Por Cristian Velix
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El sindicado Benedicto Lucas García, señalado de delitos contra de deberes de la humanidad, genocidio y desaparición forzada, por acciones militares contra la población civil en el denominado Triángulo Ixil de Quiché, rechazó los hechos que le imputó en su contra el Ministerio Público (MP).

El ente encargado de la persecución penal le atribuye la supervisión y control de operaciones castrenses ejecutadas por distintos comandos, en específico los realizados por la fuerza de tarea Mariscal Gregorio Solares de Huehuetenango.

Esta última instancia militar tuvo jurisdicción, sostiene el MP, en los municipios de San Gaspar Chajul, Santa María Nebaj y San Juan Cotzal del departamento de Quiché, en que se consumaron al menos 31 masacres durante el gobierno de Fernando Romeo Lucas García.

“En el área de Chajul lo único que se ametralló fue el campamento madre que tenían ellos ahí (guerrilleros), que nos tenía locos durante mucho tiempo”, dijo el señalado, quien ya fue condenado por el Caso Molina Theissen.

Según Benedicto Lucas, no hubo masacres y dijo que él no se especializó en la guerrilla, sino en ingeniería militar y paracaidismo, además de que trabajó en Petén en la ampliación del aeropuerto de Poptún.

“Yo le digo con toda certeza, sinceramente señor juez, no hubo genocidio por parte del Ejército, ¡no hubo genocidio por parte del Ejército!, yo nunca hubiera permitido que hubieran asesinado a campesinos”, subrayó el detenido.

Junto a Benedicto Lucas, en este proceso por genocidio también están vinculados Manuel Antonio Callejas y Callejas y César Octavio Noguera Argueta. El caso está a cargo del juez Miguel Ángel Gálvez, titular del Juzgado de Mayor Riesgo “B”.

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