Empleados de Boeing conducen el nuevo Boeing 787-10 Dreamliner hacia el área de la rampa de entrega en las instalaciones de la empresa. (AP Foto/Mic Smith, Archivo)
Empleados de Boeing conducen el nuevo Boeing 787-10 Dreamliner hacia el área de la rampa de entrega en las instalaciones de la empresa. (AP Foto/Mic Smith, Archivo)

El gigante fabricante de aviones, Boeing, estará bajo el ojo público este miércoles durante dos audiencias consecutivas en el Senado estadounidense, mientras el Congreso examina acusaciones de fallas de seguridad graves.

Durante la primera sesión comparecerán miembros de un panel de expertos que encontraron fallas graves en la cultura de seguridad de Boeing, pero el evento principal se dará durante la segunda audiencia donde comparecerá un ingeniero de Boeing que afirma que varias secciones del revestimiento de los aviones 787 Dreamliner no están sujetas adecuadamente y podrían desprenderse.

Ante la denuncia del ingeniero, su abogado ha señalado que la empresa ha ignorado las preocupaciones del informante y asegura que la compañía habría supuestamente evitado que hable con expertos sobre la corrección de los defectos.

El informante, Sam Salehpóur, envió documentos a la administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), para que investigue la calidad y seguridad de la fabricación de Boeing.

Ed Pierson, exgerente del programa de Boeing 737, será otra persona que también testificará el miércoles ante una subcomisión de investigaciones del Senado, además, otros dos expertos técnicos en aviación también forman parte de la lista de testigos.

PIDEN PRUEBAS

La subcomisión de la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado, ha pedido a Boeing una gran cantidad de documentos, que datan desde hace seis años.

Con la información proporcionada por la compañía, los legisladores buscan los registros sobre la fabricación de los aviones Boeing 787 y 777, incluidas las preocupaciones o quejas de seguridad planteadas por empleados, contratistas o aerolíneas de Boeing.

La compañía está bajo escrutinio después de una serie de incidentes de seguridad, incluida la explosión de un panel en el aire en enero, según la BBC.

Un vocero de Boeing dijo que la empresa coopera en la investigación de los legisladores y ofreció proporcionar los documentos e instrucciones. Además, la empresa afirma que las acusaciones sobre la integridad estructural del 787 son falsas.

 

 

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