Por Sabine Glaubitz
París
Agencia (dpa)

Aunque últimamente Michel Houellebecq se niega a conceder entrevistas, el «enfant terrible» de las letras francesas sigue dando que hablar: el 11 de abril llega a los cines un documental en el que comparte protagonismo con el cantante estadounidense Iggy Pop para ahondar en los tormentos y el sufrimiento del artista.

Además del filme, que se inspira en el ensayo homónimo publicado por Houellebecq en 1991, hay mucha expectación ante el nuevo libro del escritor, que hoy cumple 60 años, pues según contó en una entrevista con la radio «France 2» girará en torno a los sentimientos.

A lo largo de 70 minutos, Houellebecq encarna en «Rester vivant: méthode» al escultor Vincent, que trabaja en una misteriosa instalación titulada «El secreto de la vida». La estrella del rock Iggy Pop lee mientras tanto fragmentos del ensayo.

No es el primer largometraje sobre Houellebecq, ni tampoco con su participación. Ya en 2014 se estrenó en la Berlinale «El secuestro de Michel Houellebecq», de Guillaume Nicloux, un thriller con tono de comedia en el que el autor de «Las partículas elementales» es secuestrado por tres captores amateur.

No en vano, antes de convertirse en superventas, Houellebecq estudió ingeniería agrónoma y ciencias audiovisuales. Nació en 1958 (según otras fuentes en 1956) como Michel Thomas en la isla francesa de La Réunion, en el océano Índico. «Rester vivant: méthode» fue una de sus primeras publicaciones.

Que Houellebecq concediera la que presuntamente es su última entrevista a la revista alemana «Der Spiegel» apenas tuvo repercusión. Las reacciones llegaron cuando el semanario «Valeurs actuelles», cercano a la derecha política, publicó su traducción al francés, en la que habla de su «última confesión».

Reaccionario, antiislámico, misógino, romántico, nihilista o visionario son algunos de los adjetivos más usados para calificar a este escritor tan leído como polémico. Houellebecq disecciona nuestro tiempo en sus novelas, sin preocuparle la corrección política. Según dijo en una entrevista, es el más radical de todos.

Por ello, no sorprende que sus escritos y declaraciones causen a menudo conmoción. En 2001, su novela «Plataforma» fue muy criticada por organizaciones feministas, pues envió a su aburrido protagonista a unas vacaciones en Tailandia donde se sumerge en el oasis del turismo sexual.

Para otros, en cambio, fue un visionario, pues el libro termina con un atentado en un pueblo vacacional. Y es que la realidad superó a la ficción cuando un año después, un atentado de trasfondo islamista mató a más de 200 personas en Bali.

Según contó al «Spiegel» Houellebecq, que desde hace años ha vivido largas temporadas en España, aún hay muchas cosas que le motivan, cosas que se le da mejor transmitir por escrito. Por eso es tan esperada su nueva novela, en la que al parecer dejará de lado la política, pero no el tema del amor.

Qué esto es algo en lo que Houellebecq es un maestro lo comparte también Iggy Pop. En un libro editado hace un año por el reputado sello «L’Herne» sobre el autor francés, el rockero escribe que el amor, o la ausencia de él, llena cada una de las páginas de sus novelas.

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