Jorge Santos

El 03 de noviembre en horas de la mañana, el Procurador de los Derechos Humanos entregó la Orden Myrna Mack a Claudia Samayoa Pineda, por su labor durante años al servicio y dedicación de la promoción del derecho a defender derechos humanos. Claudia Samayoa es hoy la Coordinadora General de la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos –Guatemala– que ha documentado la violencia y agresión contra defensoras y defensores de derechos humanos a nivel nacional.

Su importante trabajo a favor de la protección de quienes cotidianamente promueven, defienden y garantizan los derechos fundamentales de los pueblos en Guatemala ha sido encomiable y sin lugar a dudas les da perspectivas a las luchas y resistencias de los pueblos. Tal y como ella misma lo manifestó al momento de la entrega del reconocimiento “los últimos 16 años de mi vida le he dedicado mi tiempo, mi inteligencia, mi creatividad, mi pasión y mi cariño a buscar formas de que esas personas y comunidades defensoras de derechos humanos puedan hacer lo que hacen.  Estoy convencida que sin ellas, ni Guatemala ni el mundo tienen futuro”.

“Sin personas que ponen sus esfuerzos para proteger a niñas violentadas y tratadas, sin organizaciones que defienden a la mujer ante la violencia machista, sin colectivos que defienden el derecho a la diversidad sexual, sin la promoción de la educación laica y humanista, sin la defensa de un sistema de salud público y gratuito, sin la defensa inclaudicable por la justicia pronta y cumplida e independiente, sin la defensa de los derechos de las personas detenidas ante la tortura y la arbitrariedad, sin la defensa de un ambiente sano no tenemos futuro”, manifestó en un emotivo, pero asertivo discurso.

Sin embargo, la situación de las y los defensores de derechos humanos sufren hoy una larga lista de agresiones y violación en su contra. Tan solo el día de ayer se cometió un asesinato de un líder sindical en Tiquisate, Escuintla; el allanamiento ilegal a otra sede sindical, de donde extrajeron información valiosa para la organización, amenaza de linchamiento en contra de 7 líderes comunitarios y 2 defensoras de derechos humanos por su labor de auditoría social. Además hubo un hecho de violencia sexual contra una lideresa comunitaria. Así mismo, se conoció la denuncia del secuestro de un miembro de una organización campesina en donde estarían involucrados miembros de la PNC.

Estos hechos se suman a una serie de violencias que afectan la capacidad de ejercer la defensa de los derechos humanos, tales como el asesinato de un periodista, los desalojos violentos en El Estor, la captura de una autoridad ancestral de la Nación Q´anjob´al, así como la agresión a otro comunitario y el atentado contra miembros de una organización campesina.

Mientras este contexto económico, social, cultural y político continúe agrediendo a quienes defienden la vida y los derechos de la población, la lucha de Claudia Samayoa y las y los defensores de derechos humanos sigue teniendo vital importancia.

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