Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Prensa Libre reportó que VAMOS había postergado su asamblea, que Manuel Conde ya no era el favorito o, al menos, el único precandidato y la información empezó a fluir. Tres diversas fuentes comentaron a La Hora que Manuel Baldizón era una posibilidad para el oficialismo.

Como debía hacerse, fuimos directo a las fuentes y hablamos con el secretario general del partido político del Jefe de Jefes y con el hijo de Baldizón, Jorge, porque el ex candidato condenado en Estado Unidos no acudió ayer a la torres de tribunales para su primera declaración en el caso Odebrecht.

Ambos negaron la información. Víctor Valenzuela dijo que no estaban considerando al ex de LIDER y su hijo dijo que su padre está más centrado en los procesos judiciales que en la política y ambas posturas fueron consignadas en el trabajo periodístico.

Pero llama poderosamente la atención el hecho que al pobre “Meme Presidente” le hagan sentir que es, ha sido y será un candidato a quien nadie creería capaz de ganar una elección presidencial. Manuel Conde ha sido uno de los diputados más “chaqueteros” de los últimos años y se mete más que los vicios.

Ni siquiera eso le ha asegurado, al día de hoy, ser el candidato del oficialismo. Podrán decir misa pero haber retrasado la asamblea muestra que algo está pasando o algo está tramando el partido de Gobierno.

Han sido muchos los juegos del pacto oficialista y del Jefe de Jefes. Han conseguido el Presupuesto 2023 que será un botín de corrupción, la Junta Directiva del Congreso, la elección de Frank Bode, la modificación de la ley de compras para que los alcaldes puedan hacer chinche el dinero de la gente en pleno año electoral, pero han tenido algunas salidas en falso.

No lograron elegir las cortes que ya tenían pactadas, cuyos nombres ya estaban marcados con resaltador porque cuando la gente se “achucha”, las cosas no salen bien y esto es lo que ha venido pasando con el pacto oficialista.

Es mucha la gente que ya está preocupada por todo lo que falta, por la poca certeza que hoy ofrece el proceso electoral y porque en el camino han desmantelado las redes de seguridad institucional que en algún momento estaban llamadas a pararle la mano a quienes dirigen los hilos del país de forma dictatorial.

Lo que suceda en el resto del año y en las primeras semanas del 2023 marcará el rumbo del proceso electoral y si no hay una conciencia generalizada de lo que está pasando, si no se abren los ojos en torno al rumbo que llevamos y las intenciones de quienes dirigen, luego será demasiado tarde y nos veremos con un Giammattei y Martínez empoderados, como están en Nicaragua Ortega y Murillo.

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