Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

No creo que alguien como Roberto Arzú tenga la idoneidad necesaria para dirigir los destinos de un país cuyo sistema ya no puede seguir funcionando en base a la corrupción e impunidad, pero no por eso creo tampoco que se deba impedir su participación sin juzgar todas las situaciones con el mismo rasero.

Las tempranas exclusiones de Arzú y Neto Bran, a las que aún les falta mucho trecho legal, nos deben encender las alarmas porque confirma lo que hemos venido diciendo hace meses y es que en Guatemala pretenden que haya un evento electoral como el último que hubo en Nicaragua.

Algunos caen por “campaña anticipada”, insisto, sin que los mismos hechos de otros se juzguen de la misma manera. Tanto que criticaron a los investigadores porque decían que “no fueron parejos” y ahora debe entonces demandarse del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y su Registro de Ciudadanos (RC) que juzgue con el mismo rasero.

Luego caerán electoralmente aquellos a los que, primero, nunca les darán el finiquito y aquellos a los que, con denuncias quizá espurias tramitadas de formas express, les será revocada la constancia de ausencia de cargos y con eso se les impedirá su participación. Por eso el tema de la Contraloría General de Cuentas (CGC) y el Ministerio Público (MP) les era clave.

Luego estarán aquellos a los que las autoridades les negarán la inscripción porque dirán que “no son idóneos”, pero una vez más, usando de manera antojadiza el tema de la idoneidad y metiéndolo como excusa para descalificar a los que no se alineen al régimen.

Por eso es que ahora se vuelve indispensable, en medio de esta cultura de irrespeto a la ley, que el proceso se celebre bajo reglas que apliquen por igual a los participantes. Hoy el oficialismo que lideran Alejandro Giammattei y Miguel Martínez sacan ventaja y usan a su favor los vicios del sistema.

Veamos dos ejemplos de partidos que se han “puesto firmes”: la UNE de Sandra Torres y CREO de Roberto González.

El primero ha negociado la inscripción de Sandra Torres y el segundo da todas las señas de ser un partido más del oficialismo en donde podrán colocar el rebalse oficial que no logren colocar en VAMOS. Las autoridades de CREO no hablan abiertamente de lo ocurrido en sus asambleas ni del rol que Oscar Chinchilla está jugando de cara al oficialismo.

El oficialismo grita a los 4 vientos que CREO que sumó a la alianza y estos son solo dos ejemplos de los muchos que habrá en el proceso. El oficialismo está doblando la mano a muchas personas para lograr sus objetivos y ahora muy pocas voces se atreven a denunciar lo que está pasando.

Pero es necesario advertir que la frágil democracia guatemalteca corre enormes riesgos de agotarse por los planes bien ejecutados de muchos. Si no hay nada que cambie y permita una articulación de la sociedad para demandar elecciones sin fraude, la realidad nicaragüense está aquí.

Hay quienes creyeron que servir a Giammattei y Martínez les iba a dar réditos de tranquilidad con la justicia, pero resultó que no hay tales porque el oficialismo usa a la gente para sus propios fines. Los temas del país y no digamos de quienes les sirven, quedan en quinto y sexto plano.

La ruta está trazada y las personas con mayor capacidad para incidir deben tomar una decisión para demandar elecciones libres y sin fraude y la hora cero va llegando a medida que se acerca el evento electoral e incrementan los evidentes y burdos manoseos al proceso.

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