Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Si nos atenemos a lo que Consuelo Porras habla de Consuelo Porras y que quedó grabado para siempre en esa entrevista que la Comisión de Postulación le hizo, la Fiscal General es una santa que merece que el Vaticano la canonice y ya no deberíamos de seguir más con el proceso de postulación porque ella se dice una especie de enviada de Dios para salvar a los habitantes de Guatemala.

Quienes se vuelven mentirosos profesionales y quienes ven la impunidad como un centro de vida no solo terminan mintiendo sino que se creen todo lo que dicen y peor aún, esperan que todos acepten lo que dice como una verdad absoluta y eso le está pasando a Porras ahora que se siente con poco Consuelo.

En público es una “Santa Mujer”, pero en privado, saca las garras y amenaza a los mismos postuladores ante los que ayer se fue a vender como niña de primera comunión.

No habían visto la luz pública los argumentos de la señora para desvanecer las tachas y resulta increíble la prepotencia de una pobre mujer que sabe que tiene un pecado capital en su tesis de doctorado. Advierte Porras que no se les vaya a ocurrir revisarla y peor aún, que quien lo haga no solo está atentando contra las Universidades sino que puede llegar a tener responsabilidades penales.

Cuando le conviene, dice que las Universidades tienen su mundo pero cuando quiso ir contra David Gaitán porque sintió que su presencia le afectaba, no hubo tales de la “independencia universitaria”. Porras puede querer tapar el Sol con un dedo, pero le resulta imposible y esa desesperación le está pasando una enorme factura.

Muchos de los que eran “hinchas” de Porras ahora la pisotean porque la sienten débil pero cuando “estaba fuerte en el seno de la impunidad” no la tocaban ni con el pétalo de una rosa no digamos con las palabras de una columna rotativa.

La Fiscal General es una fiera herida y ahora es cuando todos están en riesgo, hasta el mismo Presidente, porque si se consuma lo que ella sentirá como una “traición” de Alejandro Giammattei y no la elige, veremos si todos los casos que la Fiscal General enterró por el bien del Presidente y su Centro de Gobierno verán la luz.

Asumo que ya le está reclamando a las cámaras empresariales que tanto la han apoyado para que salgan de nuevo a decir algo en su favor. Si Giammattei la elige se pone más rápido la soga al cuello porque el hecho que el MP se haga el loco de la corrupción gubernamental no quiere decir que otros entes que pueden tomar cartas en el asunto no sepan lo que está pasando y verían en la reelección de Porras la clara intención de aislarnos del mundo.

Este Gobierno se ha desbocado en las formas de corrupción y quienes han conocido los entretelones de la operación saben que el Gobierno del Patriota se ha quedado corto y como dijo uno, los del Patriota “eran babucha” en comparación a estos.

Han repartido tanto negocio y han nombrado tantos operadores que poco a poco se va sabiendo más, llegará un momento que esta penca será insostenible y ahí es donde pensará Porras: tanto que yo protegí esta corrupción descarada, para que luego me metan una patada. Y veremos qué hace si se siente traicionada.

Este Gobierno controla todo, absolutamente todo, entonces sin duda Porras le reclamará al Presidente que tire la bomba nuclear y la reelija contra viento y marea porque sin duda alguna, que con o sin razón, Porras se debe ver en el espejo de Juan Orlando Hernández y le debe asustar la idea que algo así pueda pasar.

Mire Joven, por eso, mejor reelíjame y todos en paz pensará San Consuelo Porras, la Santa de la Impunidad.

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