POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Según la Policía Nacional Civil (PNC), en lo que va del año siete miembros de esa institución se han suicidado. La mayoría de sucesos ocurrieron cuando los servidores públicos estaban fuera de labores.

_Nac8_1aEl 7 de septiembre fue localizada muerta la agente Doris Estela Galicia, en un apartamento ubicado en la 16 avenida 13-38 de la zona 1. La policía murió en su cama y cerca de su cuerpo fue encontrada una pistola. Ella estaba asignada a la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) del área de municipios.

En tanto, el pasado 29 de agosto, fue localizado herido en la cabeza, el agente de la PNC, Everildo Xitumul Oxlaj, de 28 años, quien estaba asignado a la Fuerza de Tarea Maya, ubicada en la 25 avenida y 11 calle de la colonia Paraíso II en la zona 18. Posteriormente murió en el Hospital General San Juan de Dios.

Según los compañeros de Xitumul, el policía subió al tercer nivel de la sede y se disparó. Cerca del agente fue encontrada una pistola y un teléfono celular.

El suicidio ocurrió minutos después de que el policía tomara su turno, pues regresaba de su descanso y se incorporaba a sus actividades.

El caso se suma a otro ocurrido el pasado 6 de abril en los sanitarios de la Dirección General de la institución policial. En ese lugar fue encontrado sin vida el agente Eduardo Antonio Godínez, de 24 años, quien recién había regresado de su descanso.

El agente estaba asignado a la Subdirección General de Operaciones y minutos antes había discutido por teléfono con una persona que se presume era su esposa.

De acuerdo con datos oficiales, estos casos forman parte de siete suicidios ocurridos de miembros de la institución policial. La mayoría de hechos ocurrieron cuando los agentes estaban fuera de labores.

EL VALOR DE LA VIDA

Norma Hasbun, jefa de la Oficina de Valor y Servicio de la PNC, fue consultada para conocer las acciones que impulsan para atender los diferentes problemas que afectan a los policías y explicó que trabajan con el apoyo de los capellanes, que son servidores públicos de la misma institución que apoyan a sus compañeros policías para atender las adicciones, el estrés, los suicidios, entre otros.

Hasbun explicó que a través del trabajo que realizan han logrado evitar hechos de esta índole y hacer conciencia sobre la importancia de la vida.

“Ellos llegan a entender que la vida tiene un valor y hay herramientas para controlar las situaciones adversas. Los capellanes trabajan con los policías a nivel república y atienden diferentes situaciones”, dijo la entrevistada.

La Oficina de Valor y Servicio de la PNC cuenta con capellanes en todas las comisarías del país, quienes acompañan a los agentes en momentos de crisis. En esta labor también se atiende a los policías que quedaron discapacitados cuando cumplían con su labor; a las viudas de policías y a los niños en orfandad, hijos de estas personas.

FRUSTRACIÓN

Por otro lado, Marco Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental, explicó que existen detonantes que provocan el suicidio y que estarían relacionados principalmente a la frustración.

“Hay causas detonantes como la económica, sentimental o emocional que son bastante frecuentes. Hay una serie de causalidades inmediatas que detona, pero hay una causa más profunda que tiene que ver con el sentido a la vida, que debe ofrecer ciertas compensaciones o recompensas en la vida de la gente o más bien satisfactores, pero cuando los seres humanos somos incapaces de alcanzar esos satisfactores que necesitamos para una vida tranquila y feliz se da el fenómeno de la frustración”, dijo Garavito.

De acuerdo con el psicólogo, la frustración podría considerarse como la principal causa del suicidio que se traduce en generar violencia hacía los demás o contra sí mismo.

“Bajo esa óptica se explica las razones por las que Guatemala es un país con altos índices de alcoholismo, porque es una manera de autoagresión. La frustración como un factor de insatisfacción humana genera violencia y cuando es hacia uno puede provocar alcoholismo, consumo de drogas o descuido personal, y la mayor expresión de tanta violencia es el suicidio. Lo que puede desencadenar es una situación económica, una incapacidad humana de manejar la realidad”, indicó Garavito.

El director de la Liga de Higiene Mental refirió que no existen estadísticas que permitan determinar la cantidad de suicidios que ocurren en el país, pero es necesario que el Estado preste atención a este “problema grave”.

El profesional destacó que es necesario que exista una Ley Nacional de Desarrollo de Salud Mental principalmente para prevenir la violencia y el suicidio.

Garavito detalló que hace algunos años la Liga de Higiene Mental tenía una línea telefónica para la prevención de suicidios, la cual fue de utilidad para evitar estos hechos.

“La frustración como un factor de insatisfacción humana genera violencia y cuando es hacia uno puede provocar alcoholismo, consumo de drogas o descuido personal, y la mayor expresión de tanta violencia es el suicidio”, Marco Antonio Garavito, Liga de Higiene Mental

Artículo anteriorMiles de vidas están en riesgo por falta de ordenamiento territorial
Artículo siguienteEstados Unidos conmemora el 15 aniversario del 11S