Brasilia
DPA

El Gobierno brasileño de Dilma Rousseff apeló ayer ante la Corte Suprema los recursos judiciales que mantienen en suspenso la investidura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como jefe de Gabinete.

Según informó el portal del diario «Folha de Sao Paulo», la Abogacía General de la República interpuso una «medida cautelar excepcional», con carácter urgente ante el Supremo Tribunal Federal, que mantiene desde el viernes suspendida la investidura.

El recurso intenta echar por tierra, en forma provisoria, una acción presentada por partidos opositores que cuestionan la legalidad del nombramiento de Lula y fue aceptada el viernes por el juez del Supremo Gilmar Mendes.

El exmandatario enfrenta una denuncia penal y un pedido de arresto preventivo por su presunta participación en la trama ilegal en Petrobras.

El cargo de ministro le confiere el privilegio de los fueros, con lo cual los procesos que enfrenta salen del ámbito de la Justicia ordinaria y van al de la Corte Suprema.

La sospecha es que la investidura fue una maniobra para evitar que Lula sea juzgado por la Justicia ordinaria, por lo general más rápida que la Corte Suprema.

En su despacho del viernes, Mendes decretó la tercera suspensión de la investidura de Lula en menos de 40 horas, por entender, precisamente, que la misma tuvo como objeto eludir las instancias judiciales de menor rango y un eventual arresto del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

Mendes determinó además aquello que se presume que Lula y Rousseff querían evitar con el nombramiento: que los procesos en su contra regresen a las manos del juez federal Sérgio Moro, un magistrado de primera instancia que dirige todas las acciones vinculadas al caso Petrobras.

La urgencia del Gobierno tiene que ver con el temor de que Lula, al no estar protegido por los fueros por tener suspendido el nombramiento, sea arrestado en cualquier momento por Moro, quien analiza la petición de prisión preventiva realizada por el Ministerio Público (Fiscalía) de Sao Paulo.

Además, como el plenario del Supremo recién vuelve a reunirse el 30 de marzo, debido a los feriados de la Semana Santa, el recurso «excepcional» presentado podría devolverle el cargo y los fueros a Lula en forma temporal, hasta la próxima sesión del Supremo.

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