Las autoridades de Noruega emitieron el viernes varias advertencias de deslizamientos de tierra y avalanchas para la zona sur del país, que sigue siendo afectado por el mal tiempo que, según las autoridades, también podría causar el cierre de carreteras en el norte con poca antelación.
Los vuelos hacia y desde el aeropuerto de la ciudad ártica de Tromsoe se reanudaron el viernes después que aproximadamente 200 pasajeros tuvieron que dormir allí debido a los vientos huracanados y la nieve de la tormenta más fuerte que ha azotado Noruega desde 1992.
El Instituto Meteorológico Noruego señaló que aún soplan fuertes vientos en el norte de Noruega y advirtió que se pronostica que el sur de Noruega recibirá hasta 100 milímetros (4 pulgadas) de lluvia dentro de las próximas 24 horas.
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La Dirección Noruega de Recursos Hídricos y Energía emitió su máxima alerta de avalancha para la mayor parte del sur y centro del país para los próximos días.
En el sureste de Noruega, la policía informó de varios accidentes viales debido a superficies heladas, incluyendo un autobús escolar que se salió de la carretera. Nadie resultó herido.
La tormenta, llamada Ingunn por los meteorólogos noruegos, llegó el miércoles con ráfagas de hasta 180 kilómetros por hora (112 mph) en algunas zonas el jueves. Los fuertes vientos, la lluvia y la nieve arrancaron tejados, causaron la cancelación de vuelos y dejaron a miles de personas sin electricidad.
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Eldbjorg Moxnes, meteorólogo del Instituto Meteorológico Noruego, dijo a la agencia de noticias noruega NTB el viernes que si bien el clima extremo que produjo Ingunn había terminado, “aún no será un fin de semana tranquilo en el frente climático”.
Durante el fin de semana también se esperan fuertes vientos y lluvias en los vecinos Suecia y Dinamarca.
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