Vancouver
Agencia (dpa)

A las vacas les gusta rascarse en los árboles o dentro del establo, y un estudio canadiense publicado en la revista Biology Letters muestra que las vacas lecheras se esfuerzan mucho para lograrlo.

El equipo de Emilie McConnachie, de la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver, se propuso estudiar lo importante que es para estos animales el cuidado de su piel y para ello realizaron un test de motivación.

Esta prueba funciona con la hipótesis de que cuánto más se esfuerce un animal para conseguir un recurso, más importante es este para el animal.

En el estudio, los ejemplares debían abrir una puerta para tener acceso a alimentos o a un cepillo para vacas. A la puerta podía añadírsele peso para dificultar su apertura y, según la hipótesis, cuánto mayor fuese esa dificultad mayor debía ser la motivación de la vaca para conseguir lo que había al otro lado.

El estudio se realizó con diez vacas, a las que se situó ante puertas que ocultaban alimento fresco o una cepilla. Cada vez se fue añadiendo más peso a las puertas y las vacas pusieron el mismo empeño en conseguir ambas cosas, según la investigación.

Los cepillos para vacas les facilitan cuidar su pelaje, limpiarse de parásitos y otras impurezas, además de mejorar su bienestar y combatir el estrés.

Estos artefactos que se colocan en los establos están compuestos normalmente por uno o dos cepillos que limpian y masajean la piel de las vacas. Los animales que están al aire libre no los necesitan, ya que se rascan en los árboles o ruedan por el suelo.

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