Washington
Agencia/dpa
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señaló la necesidad de estrechar los lazos con México en vez de construir muros en la frontera entre los dos países, tal y como propuso Donald Trump, candidato republicano a las elecciones de noviembre.
Tanto Obama como Peña Nieto escenificaron lo fluida y estrecha que es la relación entre México y Estados Unidos, dos países vecinos y socios estratégicos.
Este era el segundo encuentro de ambos mandatarios en menos de un mes, tras la reunión bilateral que mantuvieron el 29 de junio en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte.
«Si no fuera por el duro trabajo de México en intentar asegurar su frontera sur y cooperar con nosotros, tendríamos un problema significativamente mayor», añadió Obama, quien recordó que buena parte de la inmigración ilegal a Estados Unidos procede de América Central y no de México.
El mandatario estadounidense también recordó que México es el tercer socio comercial de Estados Unidos. «Vendemos más a México que a China, India y Rusia juntos», añadió.
El presidente estadounidense rechazó la idea de que Estados Unidos es un país «al borde del colapso», tal y como lo pintó Trump durante la Convención Nacional Republicana en Cleveland (Ohio).
«Estados Unidos es un país mucho menos violento que hace 20 o 30 años. Y la inmigración es un problema mucho menor no solo que hace 20 o 30 años, sino que cuando yo llegué a la presidencia. Eso no significa que no hayamos resuelto esos problemas, pero esos son los hechos», añadió Obama, quien aseguró que no ha seguido por televisión la Convención Republicana, pero que ha leído sobre lo que se ha dicho en ella en la prensa.
Obama recibió ayer a Peña Nieto en la Casa Blanca, un día después de que Trump aceptara en el congreso de su partido la nominación republicana para las elecciones presidenciales de noviembre.
El multimillonario anunció el 16 de junio de 2015 su candidatura en un polémico discurso marcado por comentarios xenófobos contra los inmigrantes mexicanos indocumentados, a los que calificó de «narcotraficantes, delincuentes y violadores».
En este año de campaña electoral, Trump también ha prometido que deportará en dos años a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, buena parte de ellos de origen mexicano. Y ha prometido en reiteradas ocasiones que construirá un muro en la frontera, que hará pagar a México.
