Lionel Messi, de la selección de Argentina, coloca el balón para ejecutar un tiro libre ante Ecuador, en un partido de la Copa América disputado en Goiania, Brasil. Foto la hora: Andre Penner/AP

Después de tantos años de reclamárselo, Argentina disfruta en la Copa América de un Lionel Messi versión Barcelona.

Con cuatro goles y cuatro asistencias, el astro ha guiado a su selección a las semifinales del certamen, en las que se topará contra Colombia el martes en Brasilia.

Messi lleva un récord de 149 partidos con el seleccionado mayor, pero en los últimos cinco exhibió un nivel similar al de su mejor época con el Barcelona. Durante años, la prensa y los hinchas argentinos le suplicaron la misma prestancia que en su club y ocho entrenadores intentaron, unos más y otros menos, replicar en la Albiceleste el mismo modelo de juego del equipo catalán para ayudarlo a lucirse.

«Es momento de dar el golpe», había dicho Messi antes del debut en la Copa América, entendiendo que a los 34 años las oportunidades de levantar por primera vez su trofeo con el seleccionado mayor no son ya muchas.

A su vez el capitán resultó beneficiado por la renovación del equipo que llevó adelante el técnico Lionel Scaloni. Messi entró en buena sintonía con Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Giovani Lo Celso, mediocampistas más jóvenes, con mucha dinámica y buen manejo del balón. Y el centrodelantero Lautaro Martínez, con su despliegue y presión constante sobre los defensores rivales, genera los espacios que necesita el Diez para desequilibrar en los últimos metros.

Messi no parece muy preocupado por las comparaciones como tampoco por su futuro. La semana pasada quedó libre del Barcelona y todavía no firmó la renovación.

Pero esta versión estelar de Messi no debe confundir a la Albiceleste, que deberá corregir desajustes defensivos puestos en evidencia ante Ecuador, el rival que más exigió al arquero Emiliano Martínez en el torneo.

Los laterales Nahuel Molina y Marcos Acuña, así como el zaguero Germán Pezzella fueron los puntos más bajos del equipo. La continuidad de este último en el equipo dependerá de la recuperación del titular Cristian Romero, que padece una lesión de rodilla.

El otro central Nicolás Otamendi se excedió en las faltas y fue amonestado. Otra amarilla ante Colombia lo dejaría afuera de una hipotética final.

Paredes aprobó en el primer tiempo, pero perdió la batalla en el medio durante el complemento y Scaloni lo reemplazó por Guido Rodríguez, un volante con más marca que frenó el ímpetu de los ecuatorianos.

En el ataque, el extremo Nicolás González desaprovechó dos ocasiones claras de gol y también fue amonestado. Visiblemente agotado, fue sustituido por Ángel Di María, quien intervino en dos de los tres goles ante Ecuador.

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