Por DEBORA REY
BUENOS AIRES /Agencia AP

«El Mundo según Mafalda», en el complejo Usina del Arte de la capital argentina, es una propuesta ideada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires que propone a grandes y pequeños un recorrido divertido por distintos espacios de juego e interacción, aunque también invita a reflexionar sobre el mundo actual.

«Esta muestra será una enorme fiesta de cumpleaños que la ciudad le hace a Mafalda y a Quino», destacó el ministro de Cultura de Buenos Aires, Hernán Lombardi, en la apertura de la exposición.

Mafalda, el personaje más popular de la historieta argentina, nació el 29 de septiembre de 1964 cuando Joaquín Salvador Lavado, conocido por todos como Quino, dibujó su figura por un encargo publicitario. Un año después las andanzas de esta niña de una familia de clase media se materializaron en una tira publicada primero en el diario El Mundo y luego en la revista Siete Días Ilustrados. En 1973 su creador dejó de dibujarla, aunque posteriormente publicó diversos libros de dibujos animados no relacionados con su famoso personaje.

Al ingresar al recinto, una Mafalda inflable de más de diez metros de altura, con vestido y moño rojo para el pelo, da la bienvenida a los visitantes con su sonrisa sin dientes. Luego comienza un recorrido por distintas estaciones, la primera de ellas dedicada a las pasiones del personaje. Un gran mural de flores de tela de distintos colores capta la atención, mientras de fondo un tocadiscos reproduce «We Can Work It Out» de los Beatles.

«Sopa, ¿verdad?, de la frontera ideológica para allá», reclama una Mafalda dibujada, pero sentada frente a un plato real de sopa en una mesa pintada de negro y blanco con cuatro sillas. El sonido permanente de un zumbido de mosca ayuda a comprender el malestar que ese insecto causa en la famosa niña.

«Me emociona ver el cariño y el conocimiento puestos en esta muestra», expresó Quino, de 82 años, sentado en una silla de ruedas. «Ojalá vengan muchos chicos porque esta muestra está pensada para ellos».

Mafalda creció en un mundo dividido por la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Pero sus reflexiones de entonces bien se adaptan a la realidad de hoy en día, porque «la humanidad actual sigue cometiendo los mismos errores, no aprende de su pasado», apuntó Quino, cuya obra maestra fue traducida a 26 idiomas.
Sobre esta cuestión gira el segmento más original de la exposición.

«Más que un planeta es un inmenso conventillo espacial», avisa Mafalda al visitante que ingresa a la sección «Los Mundos». Un globo terráqueo todo pintado de azul describe a un «mundo borrado».

Otro apoyado sobre una almohada y una cama de madera remite a un mundo «enfermo», y otro sostenido de una soga a un mundo «suicida». La muestra gratuita abrirá sus puertas al público a partir de 18 de septiembre hasta el 30 de noviembre.

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