Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
“Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.” Sócrates

He tomado prestado el nombre de un video, que circula en las redes sociales, en el que se relata una anécdota del gran sabio Sócrates, me llamó la atención al verlo por el contenido de este, contado con mínimas palabras, por su relación con nuestra sociedad, y su incidencia en un mundo de rumorología en el que vivimos, en el que se acusa, juzga y condena a cualquier persona, por cualquier individuo sin siquiera conocerlo, de ahí que todos somos culpables de cualquier delito, aunque no exista, solamente porque alguien ha decidido que así sea.

Llamó poderosamente mi interés, me recordó el cuento del gran Maestro, el que posee un contenido de gran valor, porque durante mi vida, he escuchado a infinidad de individuos asegurar que x persona, es un delincuente (Como mínimo) sin que le conozca, menos aún le conste ese calificativo, con el surgimiento de las redes sociales esa rumorología se hizo viral, y el mundo implícito se hizo dueño de una verdad virtual también, inexistente en el 99% de las ocasiones, me pregunto ¿Quién nos devuelve la dignidad perdida? Naturalmente nadie, porque la misma se perdió en el ciberespacio, en el que cualquiera coparte una información que ni aún el propio protagonista conoce.

En la antigua Grecia el Maestro crea el triple filtro, Sócrates reconocido por la mayoría de la humanidad por su sabiduría y filosofía de vida, quien dejó un legado de gran riqueza a la humanidad, dentro del contexto del rumor negativo, el cuento relata que alguien le comentó al Maestro que había escuchado algo sobre un amigo, y el filósofo contesta antes que me digas que escuchaste, debes realizar el examen del triple filtro, asegurarte que lo que vas a repetir cumple con el mismo, el que el sabio enumero de la forma siguiente:

Veracidad, antes de decirme lo que piensas decirme, dime si verificaste que lo que vas a repetir es cierto, esa confrontación de lo que escuchamos con la verdad debería ser una máxima de vida, desafortunadamente en esta sociedad nuestra, cual loros la mayoría de las personas repiten constantemente lo que leen o escuchan sin verificar cuanto tiene de veracidad, la presunción de inocencia tanto a nivel micro (El vecino que pasa una información sin que le conste) como a nivel macro (Muchos medios de comunicación o personas que tienen cierta influencia) califican a alguien de corrupto, sin entrar a conocer la verdad o mentira de semejante aseveración, y se vuelve para el imaginario colectivo una realidad, sin que se haya tenido acceso a lo que se asegura sucedió, diferente es cuando existe una denuncia contrastada, la persona ha sido llevada a juicio y condenada, solamente así se puede acusar a alguien, lo demás puede muy bien ser considerado de calumnia, en Guatemala, la mayor parte de la información que se comparte surge del rumor, causando un daño irreparable.

Bondad, Se dice que el sabio preguntó ¿Es algo bueno lo que vas a decirme? Si es bueno es necesario que se divulgue, si es malo, ¿Me sirve que me cuenten algo malo? Para lo único que sirve es para alimentar el morbo de la persona que lo escucha, y lo traslada, un refrán indica “Todo lo malo se sabe inmediatamente” lo que significa que lo bueno tiene tan poca importancia que a nadie interesa, es bastante pobre una sociedad que se alimenta de lo malo, aunque sea mentira, a quien hace feliz saber lo malo de alguien, sin que le conste debería preguntarse cuan sano es mentalmente

Utilidad, el sabio preguntó si lo que le iban a informar era útil, porque si una información no es útil, ¿Qué razón tiene que se traslade una información que no tiene utilidad alguna? Ninguna, solamente alimentar el coloquialmente llamado chisme barato, que nos hace un poco menos sabios, porque nos acostumbramos a vivir del circo de la información inútil, derivado de que una información sin utilidad solamente llena espacios de ocio negativo.

Todos los seres humanos especialmente la mayoría de los medios de comunicación, y quienes comentan y comparten en las redes sociales, deberían aplicar para el diario vivir el triple filtro, que sea verídico lo que informamos o trasladamos, que sean bueno, y que sea útil.

No cabe duda que ni una pandemia nos ha enseñado a ser mejores personas.

licgla@yahoo.es

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