Cartas del Lector

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Walter Juárez Estrada

Por años los centros penitenciarios a lo interno son manejados por las viejas estructuras de los privados de libertad, que, con la complacencia y tolerancia de las autoridades del sistema, tienen el control de los presidios, les representa ingresos dinerarios elevados al extorsionar a sus compañeros para que gocen de prebendas, seguridad para evitar su eliminación física. De la manera en que los presidiarios actúan, lo conoce el presidente Alejandro Giammattei, por haber sido director del Sistema Penitenciario y guardó prisión en el pasado, al ser imputado de hechos que nunca le fueron probados y salió absuelto.

De la forma en que los presidiarios actúan en los centros carcelarios salieron a luz en las requisas. Líderes de clicas, secuestradores, narcos y toda esa lacra de la sociedad que ha cometido una cadena de hechos de mayor trascendencia, viven a cuerpo de “rey”, con lujos y canonjías, no disfrutarían de esas actuaciones, si no fuese con la complicidad de los directores, alcaides y guardias de presidios. Todos los objetos de lujo descubiertos en las requisas, deben ser objeto de investigación del Ministerio Público, y accionar contra las autoridades que han permitido el ingreso de aparatos eléctricos, computadoras, licor, drogas, móviles y todos los objetos que fueron decomisados, que tienen un alto coste. Hacen fiestas de alto vuelo donde se consumen viandas y licores finos.

Reformar a fondo el Sistema Penitenciario es una tarea que tiene presente Giammattei, pero no solo es la reforma. Construir centros para privados de libertad con antecedentes criminales y aislar a los internos que guardan prisión por delitos menos graves, la relación de uno y otro grupo, da lugar a que se produzcan acciones violentas, cuando los líderes de los presidios, no logan sus objetivos. Ese aislamiento es urgente. Es necesario a la vez que las leyes se reformen para liberar a los internos que pueden gozar de medida sustitutiva, de esa manera se descongestionan los centros que están sobrepoblados y ello da lugar a los incidentes que se han dado y el Estado estaría ahorrándose varios millones que es el costo de mantenimiento de casi 25 mil presidiarios de toda calaña.

En el pasado directores del Sistema Penitenciario han sido encausados por recibir dinero de los internos, es aquí donde se tiene que corregir el problema de forma y de fondo. No es posible que, si hoy se hace una, a las pocas horas los internos vuelven hacer de las suyas, por la tolerancia de las autoridades, por lo que es urgente que el Sistema Penitenciario se reforme. Que los guardias penitenciarios tengan un salario digno, se profesionalicen, de lo contrario la corrupción en los presidios no cambiará y se sabe que los directores al ser cesados, salen millonarios, por las tranzas y negocios que hacen con los líderes de las prisiones. Es conveniente que Giammattei, con la experiencia y los antecedentes que tiene de los presidios, haga una revolución a fondo del Sistema.

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