Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

Cada caso nuevo que surge de las investigaciones de la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP) nos sigue evidenciando que vivimos bajo la dictadura de la corrupción y que el país no tiene viabilidad en esas condiciones.

También resulta que cuando surgen los resultados de alguna investigación, ciertas personas salen con que falta x o y particulares, funcionarios y/o partidos y una de esas recurrencias es el de la UNE y con eso se refieren a Sandra Torres, el verdadero poder en el gobierno de Álvaro Colom y dicen que no le caen porque “todo es una agenda de la izquierda”.

Pero no deja de llamarme la atención cómo es que la gente que se queja por lo de la UNE, no diga ni pío de que Orlando Blanco Lapola esté logrando hacer lo mismo que han hecho muchos en torno a su antejuicio (entramparlo) y con eso asegurar que los procesos se escapen del escrutinio público.

Bajo la lógica que han llevado los Casos (La Línea llevó a Cooptación, de allí a Construcción que ahora implica a Baldizón) era fácil entender que el antejuicio en contra de la UNE (presentado en agosto de 2017, días antes del antejuicio de Jimmy Morales que luego dio paso al non grato), era el primer paso para escarbar en un partido que ha sido, desde su creación, el modelo perfecto de lo que son los partidos en la era de la cooptación.

A pesar de las quejas, no deja de llamarme la atención cómo es que muchos, molestos con MP y CICIG porque han sentido que eso de que la ley aplique parejo no es tan “buena idea”, terminan defendiendo al sistema con tal de detener los avances y con eso, terminan beneficiando a Sandra Torres de forma directa porque es probable que ella, al no haber sido cuentadante del gobierno sino solo la Jefa de la casa, no tenga que enfrentar la justicia por sus actos en el gobierno de la UNE, y más si las cosas las hicieron sin dejar mayor rastro.

Otra cosa es su actuación como candidata presidencial de un partido que recibió millones de mucha gente que la veía al principio de la contienda como la alternativa a Manuel Baldizón y no es secreto para nadie que los candidatos usan del dinero del financiamiento o venta de espacios en diputaciones y alcaldías para vivir (y bien) y ahí sí que habría que dar explicaciones.

Resulta entonces que termina pasando eso de que “el enemigo de mi enemigo termina siendo mi amigo” porque se conjugan los intereses y quizá hasta sin hablarse, terminaron luchando por un frente común. No tengo información privilegiada ni mucho menos, pero me basta ver cómo han trabajado los investigadores para suponer que llegará el día en que la gente de la UNE responderá por sus gestiones en el gobierno (y partido) y que eso mandará un claro mensaje de que aquí no hay ninguna protección a la UNE.

Siempre he creído que los casos debían abarcar la mayor cantidad de vicios y también he dicho que solo de casos no vivirá mejor el hombre y por eso he sostenido hasta el cansancio de que debemos atinar a hacer lo necesario para lograr ajustes al sistema que nos permitan pensar en un futuro distinto. A falta de cambios en las leyes, no queda otra que asumir la “fiscalización de la vida” en el proceso de elección de Fiscal General porque las reglas que permiten meter goles, están ahí vivas y coleando.

Si usted desea que se pueda investigar con todas las de ley a Torres y a la UNE y a muchos otros que a su juicio deben rendir cuentas, deje de estar defendiendo al sistema porque éste ahora, con la cooptación de las Cortes, ha sido su mejor defensa y por eso es que en esa canasta es donde están puestos todos los huevos de esperanza hasta que logren un fiscal que asegure impunidad.

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