Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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La inasistencia de los diputados Allan Rodríguez, Sandra Jovel, y de la mayoría de diputados de la bandada Vamos, a la repetición de la sesión parlamentaria que culminó con la elección de Nery Abilio Ramos, de la bancada Azul, revela falta de madurez política y de carácter en ese hecho histórico. Además, evidencia la pérdida de poder de Sandra Torres, sobre la bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE. La rebelión es notoria por la mayoría de votos de esa bancada a favor de la Junta Directiva del Congreso presidida por Ramos. Es saludable para el país.

En pasillos del Congreso de la República se mencionó que Jovel y Rodríguez justificaron su ausencia con la excusa de no participar en una elección –a su particular criterio-, ilegal. Sin embargo, otro rumor que cobró fuerza afirma que Rodríguez y Jovel no alcanzaron acuerdos con los diputados de la UNE, y para evitar otra derrota pública decidieron abandonar el hemiciclo.

No es de extrañar la decisión de los diputados ausentes pues el primer ejemplo lo sentó el expresidente Alejandro Giammattei, al no presentarse a la toma de posesión e investidura de Bernardo Arévalo y Karin Herrera, como presidente y vicepresidenta 2024-2028, el pasado 14 y 15 de enero en el teatro nacional.

Varios analistas califican la inasistencia como una falta de respeto a la población, al poder Legislativo y a la comunidad internacional que seguimos en vivo los cambios registrados en ese alto organismo, y la pérdida del control de Sandra Torres sobre los diputados de la UNE.

Hoy corresponde a la Junta Directiva que preside el diputado Nery Ramos, extirpar el despilfarro, compra de votos, irrespeto a la constitución, que las bancadas de los partidos PP, FCN-Nación, Vamos y otras, practicaron durante varias legislaturas oficialistas y que generaron pobreza a la población y la decadencia de ese organismo. 

La decisión de los diputados Samuel Pérez, presidente del Congreso durante tres días, debido a que la CC ordenó anular su puesto y repetir la elección, y Andrea Villagrán, del partido Semilla, de hacerse a un lado de la Junta Directiva, muestra el surgimiento de una generación de congresistas responsables con el papel que les toca asumir en la búsqueda de soluciones a los problemas que agobian a la población vulnerable y marginada.

Algo que llama la atención es la intención del diputado Samuel Pérez, de proponer ante los jefes de bloque analizar el uso de los fondos rotativos (incluye desayuno, almuerzo y cena en actividades parlamentarias), pues serviría para crear conciencia en los parlamentarios de anteponer los intereses de la población a sus antojos personales. Es una política que el actual presidente del Congreso debe tomar en cuenta.

La ciudadanía debe estar atenta a las resoluciones firmadas por los magistrados de la CC, porque allí cohabitan políticos designados por el expresidente Alejandro Giammattei; la USAC, el desprestigiado Colegio de Abogados, por diputados de la novena legislatura, y de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, instituciones que destacan por el bajo nivel de confianza de la población.

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