Jóvenes por la Transparencia

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Deyna Gonzalez
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El voto nulo se vuelve una de las opciones más escuchadas a esta altura de las elecciones.  Aunque no solo este año, en donde  hasta  candidatos que quedaron fuera de la contienda, han incitado a sus seguidores a ir por este camino, no es algo nuevo, ya que desde hace años se ha vuelto para algunos la “mejor opción” para acabar con las problemáticas del país.

En el 2019, hubo aproximadamente 154 mil votos nulos en las elecciones y, según datos de Prensa Libre, en la votación de los representantes del Parlacen los votos nulos alcanzaron el 21.61%. Cifras que son preocupantes al dar cuenta del desinterés y la desilusión de la ciudadanía guatemalteca. Pero el 2023 no se está quedando atrás. Grupos organizados en diferentes redes sociales han estado incitando una vez más al voto nulo en las elecciones, asegurando que es la única salida para el país. Incluso, Carlos Pineda, excandidato a la presidencia por Prosperidad ciudadana, ha dicho que: “Hay una salida y es el voto nulo”.

Luego de ocupar el primer lugar en las encuestas, no dudo que el mensaje está llegando a muchos de sus seguidores, ya que hay personas que afirman que no hay “buenas” opciones para votar y que es mejor votar nulo. Las redes sociales han jugado un papel importante en la propaganda de este año.  A través  de TIk Tok se han estado haciendo lives diarios por horas en los cuales se promueve el voto nulo y se asegura que municipios completos lo harán el próximo 25 de junio.

A pesar que el porcentaje de voto nulo de municipios no se puede saber hasta el día de las elecciones, considero que sí hay puntos importantes que debemos tomar en cuenta:

  • El voto nulo es una forma de demostrar el disgusto que existe sobre cómo se está manejando la política en el país. También es una forma de estar en desacuerdo sobre las personas que están intentando llegar al poder en los diferentes puestos, sea cual sea la razón y decir: “No me convence ningún candidato”.
  • Por otro lado, hay que agregar que la desinformación que se está produciendo es muy grande. Son 29 partidos políticos los que están en la contienda y cada uno está haciendo campaña de candidatos a alcaldes, diputados, presidentes. Es casi imposible conocer el pasado de cada uno, por lo tanto, considero una falacia que no haya nadie preocupado o con buenas intenciones participando para llegar a un puesto público.
  • Mientras no haya una reforma sobre la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), el voto nulo no dará la respuesta que deseamos. Los partidos no están obligados a cambiar a sus representantes y entonces, si no hay cambio, sería repetir en octubre lo que estamos a unos días de hacer.

Por lo tanto, no rechazo la posibilidad de votar nulo. Como ciudadanos guatemaltecos estamos en todo nuestro derecho de votar según nuestra posición. Pero también entender que nuestro deber como votantes, es generar un voto consciente y saber que nuestra solución no es repetir lo mismo si no hay cambios drásticos. Los insto a que seamos conscientes de esta situación. Quizás el voto nulo no es la mejor opción en este momento, pero sí quizás comenzar a conocer cómo funciona la ley y solicitar una reforma que nos ayude a no seguir en esta ambigüedad.

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