El presidente, Alejandro Giammattei participó en un evento con el diputado Boris España. Foto La Hora/Presidencia

Tras permanecer encerrado durante la tormenta que generó la publicación de El Faro sobre el testimonio del dinero que Benito entregó en campaña para asegurar la continuidad de negocios por los que los contratistas ya habían pagado comisión, ayer Giammattei volvió al ruedo y lo hizo en compañía del diputado del partido TODOS, Boris España, conocido sobre todas las cosas porque está incluido en las listas de los políticos sancionados por Estados Unidos. Y resulta que sin duda confiado porque ni siquiera ese escándalo hizo la menor roncha en la opinión pública, España dijo que Guatemala debería tener un “Presidente presupuestado, un presidente por más años en este país” en lo que sin duda constituye un adelanto de lo que se viene planeando para dejar actuar al gobernante más años en la Presidencia para que él y el Centro de su Gobierno puedan seguir haciendo micos y pericos sabiendo que la sangre de horchata de la población es la mejor garantía de su eterna tranquilidad.

Y es que teniendo el control de la Corte de Constitucionalidad que llegó al colmo de satisfacer al gobernante diciendo que los jueces no ejercen la profesión de abogados, podrá contar con una resolución al estilo de las que han promovido tipos como Juan Orlando Hernández y Daniel Ortega, en el sentido de que las prohibiciones de reelección violan el derecho humano a ser electo. Y con un Tribunal Supremo Electoral que es lo peor que hemos tenido, dispuesto a inscribir a los que son parte del ya célebre pacto y a dejar fuera a los que critican la corrupción y los vicios del sistema, no nos sorprenda que las palabras de Boris España sean premonitorias y estén ya preparando el terreno para una fraudulenta reelección que nos deje no sólo a Giammattei por más años, sino también a sus ministros y fiscales para que sigan trabajando intensamente a favor de la corrupción y en promover la más absoluta impunidad.

Clemente Marroquín Rojas, fundador de La Hora, dijo en la Constituyente de 1945 que a los dictadores no los hacía “el pueblo ignorante sino que eran los letrados lambiscones quienes forjaban las dictaduras”. Puede que España no sea tan letrado como los que le endulzaron los oídos a Estrada Cabrera y Ubico, pero seguramente es más lambiscón aún que aquellos porque con todo y sus antecedentes, nada menos que en los listados norteamericanos de corruptos, públicamente lanza la idea de que Giammattei tiene que ser un Presidente por más años. De él podemos decir que con su pan se lo coma, pero para el pueblo va el mismo consejo si se aferra a la sangre de horchata.

Redacción La Hora

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