Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

post author

Edith González

El fin del año escolar llegó y los resultados de los alumnos están a un paso. El aprendizaje ha sido difícil, los niños y jóvenes han debido enfrentar muchas más batallas que en años anteriores. Cuando el docente podría verificar el aprendizaje y ayudarle de manera directa.

Ahora a distancia, en un aprendizaje mediado por la tecnología, algunos padres decidieron contratar un tutor para ayudar al estudiante a avanzar. Sin embargo no es el caso de todos y muchos estudiantes se vieron realmente afectados.

Aprender a manejar la tecnología, los programas, conectarse por largos períodos, para escuchar al docente, al otro lado de la pantalla no resulto ser muy motivante. Ver a los compañeros pero no poder hablarles y mantener una relación como antes fue incluso un poco frustrante.

Y ante todo enfocarse, quedarse quieto y pensar antes de actuar, concentrarse y controlar las emociones para algunos alumnos resultó casi imposible y es que durante la educación presencial el maestro puede ayudar más a sus estudiantes, pero la educación virtual develó muchos casos de estudiantes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH.

Una condición común que dificulta la concentración y muestra niños y jóvenes impulsivos e hiperactivos que presentan dificultades con habilidades importantes especialmente las conocidas como la función ejecutiva formada por: 1. La memoria funcional: habilidad de retener información y después usarla de cierta manera. 2. El pensamiento flexible: habilidad de pensar acerca de algo en más de una sola manera. 3. El control inhibitorio: habilidad para ignorar distracciones y resistir tentaciones.

Para quienes presentan este trastorno reflexionar, detenerse y pensar antes de responder es un gran reto porque tienden a ser muy impulsivos. Pero también pueden tener problemas con la administración del tiempo, organizarse y permanecer organizados, establecer prioridades, planificar, controlar las emociones, poner atención y recordar cosas, cambiar el foco de atención de una cosa a otra, iniciar y completar tareas o pensar antes de decir o hacer algo.

Algunos padres de familia y docentes poco entrenados pueden señalar a los niños con déficit de atención como perezosos, lo que está muy lejos de ser real, pues ellos hacen grandes esfuerzos por superar su condición, sin obtener buenos resultados, la que puede aparecer en cualquier grado, con variación de síntomas incluso sólo como dificultad para concentrarse.

El TDAH se presenta de igual forma en niños y niñas y no desaparece mientras se crece, así que aunque la hiperactividad y la impulsividad suele disminuir con los años la dificultad para concentrarse suele continuar y algunos personas son diagnosticadas con TDAH después del bachillerato o en la edad adulta.

Lo más importante es saber que existen tratamientos aplicados por especialistas que pueden hacer que los síntomas sean controlables y apoyos que pueden facilitar el aprendizaje en la escuela y las relaciones en el trabajo,

Si no se trata los niños presentarán bajas notas permanentemente y podrán verse involucrados en problemas con la ley, tendrán relaciones fallidas e incapacidad de mantener un trabajo en la edad adulta.

Artículo anteriorCooperación de la Embajada de Alemania en Guatemala
Artículo siguienteEl manipulable concepto de “desinformación”