Este lunes dio inicio con la audiencia de primera declaración en contra de Alfonso Bulux Cifuentes, quien es un militar retirado que fue señalado de participar en los crímenes de alrededor de 200 pobladores de la comunidad Dos Erres, Las Cruces, Petén, durante el Conflicto Armado Interno.
Sin embargo, la diligencia quedó suspendida luego de que Bulux Cifuentes dijera ante la juzgadora que se sentía mal y que no podía respirar. Domínguez dictaminó que el señalado fuera trasladado al Centro Médico Militar para ser evaluado y tratar su padecimiento.
PRESENTAN DICTAMEN MÉDICO
La defensa del implicado presentó ante los sujetos procesales un dictamen médico pericial que fue realizado a Bulux el pasado 22 de octubre, en donde se indicaba que padecía de una “enfermedad pulmonar a investigar”.
El Ministerio Público, la Procuraduría General de la Nación y los querellantes adhesivos en el proceso no se opusieron a la petición de la defensa de Bulux Cifuentes para que sea examinado por expertos y de esta forma se determine su estado de salud.
EXKAIBIL ES ENVIADO A JUICIO
El 14 de octubre de este año, la jueza de Mayor Riesgo “A” Claudette Domínguez, resolvió enviar a juicio al exkaibil José Mardoqueo Ortiz Morales, por los delitos contra deberes de la humanidad y asesinato por su implicación en la masacre de las Dos Erres.
ANTECEDENTES
La investigación de la Fiscalía contra Delitos de Derechos Humanos, señaló que los hechos ocurrieron entre el 6 y 8 de diciembre de 1982.
Una patrulla de kaibiles ingresó al parcelamiento Dos Erres en busca de armamento que había sido robado al Ejército para encontrar a los responsables, sin embargo, no fueron localizados en el lugar.
Este lunes en el Juzgado de Mayor Riesgo "A" a cargo de la jueza Claudette Domínguez se dio inicio con la audiencia de primera declaración en contra de Alfonso Bulux Cifuentes.
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— Diario La Hora (@lahoragt) November 22, 2021
A pesar de que no se localizó a ningún responsable del robo, los soldados irrumpieron en las viviendas y sacaron a los hombres para reunirlos en el centro de la comunidad. Por otro lado, las mujeres y niños fueron separados y llevados a distintos lugares.
Los militares llevaron a los hombres a un pozo, para golpearlos con un mazo en la cabeza y posteriormente los lanzaron al interior, según las investigaciones del Ministerio Público.
