Las escuelas cerraron el lunes en la isla francesa de Guadalupe, en el Caribe, y el presidente de Francia alertó de una situación “muy explosiva” en el territorio, luego de que protestas contra las normas del COVID-19 y las vacunaciones se convirtieran en días de disturbios y saqueos.
El gobierno central de Francia envió fuerzas especiales para intentar restaurar el orden en la antigua colonia, ya que trabajadores de emergencia dijeron que no podían acceder a barrios bloqueados por multitudes iracundas.
El prefecto de Guadalupe dijo en un comunicado que la policía arrestó a 11 personas la noche del domingo al lunes, y algunos pacientes que necesitaban diálisis renal no pudieron llegar a un hospital y “ahora están en peligro”.
“Tenemos varios pacientes” en el área bloqueada de La Boucan, tuiteó Patrick Portecop, jefe del servicio de emergencia regional. “Estamos indefensos”.
El departamento educativo de Guadalupe ordenó el lunes el cierre de las escuelas para todas las edades “considerando la situación”, y pidió a los padres dejar a sus hijos en casa.
Las manifestaciones en Guadalupe, un departamento francés de unos 400.000 habitantes, estallaron luego que en Frabcia el gobierno hizo obligatoria la vacuna para trabajadores de salud y la presentación de una constancia de salud para entrar a restaurantes y muchos otros sitios. Al surgir los disturbios, una mujer de 80 años fue impactada por una bala mientras estaba en su balcón y al menos dos personas más resultaron lesionadas, según las autoridades locales.
Aunque en Francia continental ha habido protestas similares, los manifestantes en Guadalupe también están molestos por las arraigadas desigualdades económicas, sociales y raciales, y expandieron sus demandas en días recientes para incluir un aumento salarial general, más apoyo para el desempleo y la contratación de más maestros.
La tasa de vacunación de Guadalupe es del 33%, comparado con el 75% a nivel nacional, que las autoridades atribuyen a la información falsa sobre las vacunas compartida en internet. También hay desconfianza hacia las autoridades centrales debido a escándalos de salud previos.