Arte: Alejandro Ramirez
Arte: Alejandro Ramirez

En los últimos años, los salones de protocolo a cargo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) se han manejado en completo desorden y de manera discrecional, y lo que deberían ser lugares exclusivos para que ingresen o salgan del país ciertas personalidades, se han convertido en un área que utiliza «cualquiera», denunció una fuente que tiene conocimiento de ese tema. Durante la administración de Francis Argueta al frente de la DGAC se agudizó la situación, dijo.

El Aeropuerto Internacional La Aurora (AILA) cuenta con cuatro salones de protocolo, uno es para la Presidencia, otro a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINEX) y dos más, que están bajo la administración de la DGAC.

Desorden en uso de salones de protocolo de Aeropuerto La Aurora: los usaban conocidos de alcaldes o diputados

El MINEX cuenta con el acuerdo ministerial 174, aprobado en octubre de 2013, que define los procedimientos para el uso del salón que tiene a su cargo.

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Son para uso de distintos funcionarios del Estado, como diputados, y los presidentes y magistrados del Organismo Judicial y de la Corte de Constitucionalidad. También, ministros, viceministros, secretarios, subsecretarios y fiscal general.

Asimismo magistrados titulares del Tribunal Supremo Electoral, procuradores General de la Nación y de los Derechos Humanos, contralor General, diputados del Parlacen, expresidentes y exvicepresidentes de la república y jefes de misiones diplomáticas y organismos acreditados ante el Gobierno de Guatemala.

USO INDISCRIMINADO

Los salones que están a cargo de la DGAC se han manejado con mucha discreción. Según la fuente, en estos han ingresado todo tipo de personas solo con una llamada telefónica.

En la pasada administración no existió control de quiénes podían utilizar los salones y muchas veces la autorización era una decisión de las autoridades aeroportuarias. El problema es que en los salones de protocolo no hay un puesto de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) ni de Migración, que garantice el ingreso correcto de las personas, destacó.

 

Lo anterior pudo haber facilitado ingresar por estos puntos cualquier tipo de ilícitos o personas que no tenían autorizado ingresar a Guatemala.

«Si bien no puedo asegurar que una persona no pasara por los controles y registros, tampoco puedo asegurar que sí lo hiciera», comentó la fuente, que habló con la condición de que no se publicara su nombre.

Los salones de protocolo están contiguos a un parqueo que da directamente a la salida, y sin las medidas de control cualquier podía ingresar al país, evitar los chequeos de SAT y Migración, abordar un vehículo con su equipaje y salir sin problema.

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Para ingresar o abandonar el área de los salones de protocolo solo hay una puerta pequeña y un portón para vehículos que son custodiadas por guardias de la seguridad aeroportuaria; sin embargo, ellos no tienen la potestad de asegurarse de que un viajante pasó por todos los chequeos de seguridad.

«Antes -en la administración de Argueta- se distribuían a diestra y siniestra las autorizaciones y podía entrar y salir cualquiera. ¿Imagínese si se autoriza el uso del salón a alguien que tiene problemas con la ley y no quiere ir al chequeo por donde pasa una personal normal?», cuestionó la fuente.

CONOCIDOS DE ALCALDES O DIPUTADOS

Normalmente los salones de protocolo de la DGAC se proporcionan, por ejemplo, cuando viaja el hijo de algún funcionario, pero debe pasar por los controles internos. También se suelen dar cuando el MINEX los pide para fines diplomáticos.

«Pero últimamente se habían utilizado para el hermano del amigo del señor que conoce a un diputado, y así lo autorizaban», explicó la fuente. «Va a venir fulanito que es hijo de un amigo del pueblo para prestarle los servicios protocolarios, y lo autorizaban», añadió. Supuestamente, debían pasar los controles, pero «quien sabe si los verificaban».

 

En ocasiones también se acostumbraba a que personal de seguridad aeroportuaria tomaran el pasaporte de el viajero y lo llevaban a un oficial de migración para que registrara su ingreso, algo que no es correcto, argumenta la fuente, puesto que la ley obliga al registrador migratorio a tener a la vista a la persona que va a registrar.

«Entonces, tal vez estaba ingresando Juanito y en realidad venía Pedrito», subrayó.

El temor, en cuanto a la seguridad, es que se hacía un uso indiscriminado tanto por cantidad como por calidad de las personas, también por la vulnerabilidad que el uso de los salones de protocolo representaban para que alguien y su equipaje no pasara por la inspección.

Los salones de protocolo del Aeropuerto La Aurora se han utilizado indiscriminadamente en los últimos años. Foto: José Orozco/La Hora
Los salones de protocolo del Aeropuerto La Aurora se han utilizado indiscriminadamente en los últimos años. Foto: José Orozco/La Hora

«Solo con que hicieran una llamada diciendo, ‘va a venir tal persona’ tal vez una llamada de un alcalde o un diputado, no sé… Supuestamente, tenían que mandar un correo electrónico y se autorizaba, pero antes eran solo con llamadas», concluyó.

ACUERDO DEL MINEX

Consulte aquí el acuerdo ministerial 174, del 18 de octubre del 2013 que es el cuerpo vigente que debe regir el uso de los salones de protocolo.

Acuerdo Ministerial No. 174 Salón Diplomático

PREGUNTAS A ARGUETA

La Hora intentó comunicación con el ex director de Aeronáutica Civil, Francis Argueta, pero no fue posible localizarlo. Cuando se cuente con sus declaraciones, se publicarán.

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