El menor murió mientras buscaba el sueño americano. Foto: La Hora/Cortesía

Las campanas de la iglesia local, el sonido de instrumentos musicales y una multitud invadida por las lágrimas despidieron este domingo los restos de Jhony Tziquin Tzoc, un adolescente que a sus 17 años podría estar terminando la secundaria para continuar estudios universitarios, pero, por el contrario, se convirtió en una víctima más en su intento por alcanzar el llamado “sueño americano”.

Luego de perder la vida en el interior de un furgón de un tráiler abandonado en San Antonio, Texas, Estados Unidos, su cuerpo retornó a la aldea Tzucubal, Ixtlahuacán, Nahualá, Sololá de donde salió en junio pasado para unirse a otros migrantes que buscaban mejores oportunidades laborales y de vida.

 

FLORES Y FOTOS PARA EL RECUERDO

Arreglos florales y un cartel con fotografías de Tziquin Tzoc encabezaban el sepelio del joven mientras una banda interpretaba marchas al acompañar sus restos en la salida de la iglesia en un féretro color gris.

La transmisión en vivo del sepelio estuvo a cargo de Hermandad GT, que también mostró un emotivo momento cuando los asistentes soltaron globos blancos al cielo en señal de despedida.

 

Luego los acompañantes llevaron el féretro en hombros hasta un lugar para rendirle un homenaje al adolescente. Al fondo, el llanto de la familia reflejaba el momento de tristeza y dolor nublados por la tragedia en la que murieron 53 migrantes de diferentes nacionalidades.

La página de Facebook, también compartió un homenaje dirigido a quienes fallecieron en la tragedia de San Antonio:

El dolor por la múltiple tragedia se extendió a una vivienda más de esa aldea en donde otra familia también lloraba en el velorio de Juan Wilmer Tulul Tepaz, de 13 años.

OIM: NIÑEZ RETORNADA ES EN SU MAYORÍA DE 13 A 18 AÑOS

Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hasta marzo de 2022 refería que la niñez y adolescencia no acompañada retornada a Guatemala se componía, en su mayor parte, por adolescentes de 13 a 18 años (95%).

Con respecto al sexo, 74% son niños y 26% son niñas. Asimismo, la mayor parte no cumple con la escolaridad mínima esperada según su edad (61%).

De ellos un 93% tenía como lugar de destino Estados Unidos, y a estados como Nueva York, Washington, Massachusetts, Texas, Virginia, California, Georgia, Nueva Jersey, Florida y Alabama.

Dentro de los motivos para migrar, señalan la búsqueda de mejores condiciones de vida en un 74%, seguido de 57% por razones de trabajo y un 40% que buscaba la reunificación familiar.

 

PASCUAL MELVIN QUERÍA ESTUDIAR EN EE. UU.

Lo anterior lo reflejó el caso de Pascual Melvin Guachiac, un niño de 13 años, de la comunidad de Tzucubal, en el municipio de Nahualá.

Casimiro Guachiac, papá de Pascual Melvin, dijo a la agencia AP que perder a su hijo ha sido muy doloroso.

El padre recordó que le dio estudios básicos a su hijo, pero el menor le dijo que no gastara su dinero, que él se iba a hacer su vida y que mejor seguiría sus estudios “allá”, haciendo referencia a EE. UU.

El reporte de AP menciona que Guachiac Sipac era un niño indígena quiché que hablaba poco español, y que junto a su mejor amigo y primo Wilmer Tulul, de su misma edad y que murió junto con él, jugaban fútbol.

Ambos planearon emigrar juntos a Estados Unidos en busca de una mejor vida para ellos y sus familias.

Los primos, originarios de esta comunidad indígena que vive de la agricultura, intentaban llegar a Houston para estudiar y buscar trabajo, huyendo de la pobreza.

 

TRAGEDIA OCURRIÓ A FINALES DE JUNIO

El 27 de junio autoridades ubicaron el furgón en donde la vida de Melvin, Wilmer y Jhony se apagó junto a la de otros guatemaltecos que aún esperan hacer el viaje final hasta sus lugares de origen víctimas de una de las tragedias más estremecedoras en las que migrantes buscaban llegar a EE. UU.

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