La familia LH iniciará la quinta época enfocados en un crecimiento digital. Foto: La Hora

A partir del 13 de noviembre arrancará la Quinta Época de La Hora, enfocados en un crecimiento digital que ha marcado el rumbo del medio de comunicación más antiguo en Guatemala que, a lo largo de los 101 años de existencia se ha caracterizado por ser una tribuna que busca un mejor país.

En su historia, este vespertino alberga distintos momentos que han marcado el rumbo del medio que, aunque ha encontrado retos y amenazas, ha encontrado la convicción para seguir trasladando la verdad a sus lectores y así se evidencia en el trabajo realizado por el doctor Alfonso Mata Estrada, quien, en el contexto de los 100 años de La Hora, recopiló los momentos más emblemáticos del medio.

PRIMERA ÉPOCA: INICIA EL LEGADO

De acuerdo con la recopilación de Mata, tras la caída de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, Clemente Marroquín Rojas, estudiante de derecho, junto a los miembros de la Sociedad Política de Estudiantes Universitarios, dispone fundar el semanario La Hora que circuló por vez primera el sábado 19 de junio de 1920, habiendo designado a Virgilio Zapata como el primer director del semanario que se nutría con la intensa producción de una generación ávida de practicar la libertad lograda luego de 22 años de ostracismo.

 

Sin embargo, la primera época se vio interrumpida cuando el acoso llegó al extremo y se acusó penalmente a Marroquín Rojas hasta de sedición luego de haber escrito un artículo contra los Yankees bajo el título “El Buque de Walker nos acecha” que provocó no solo la indignación de la Embajada sino del cuerpo diplomático que pidió severas sanciones contra el periodista.

Luego de cerrar La Hora, Marroquín viaja a México con la intención de terminar sus estudios de derecho, pero el amor por una joven moza, Carmen Milla Valenzuela, le hace volver para casarse con ella y es en Honduras donde obtiene el título de abogado en la Universidad de ese país.

SEGUNDA ÉPOCA: CONTRA EL DICTADOR

Tras volver, Clemente Marroquín Rojas recibe ayuda del prestigioso abogado don Baudilio Palma quien le ayuda a comprar una modesta imprenta en la que se habría de imprimir La Hora y el diario vuelve a la luz pública el martes 25 de octubre de 1926, según se detalla en la recopilación disponible en lahora.gt

 

En ese entonces, La Hora evidenció a través de sus publicaciones los actos e injusticias del general Jorge Ubico, lo cual derivó en que el cerco de los ubiquistas hiciera imposible seguir con La Hora que tuvo que volver a cerrarse y Marroquín viajó a Europa para hacerse cargo del consulado en Barcelona.

TERCERA Y BREVE ÉPOCA: DESDE EL EXILIO

La Tercera Época es la más breve del medio, según Mata, y se limita a esporádicas publicaciones que Clemente Marroquín Rojas lograba imprimir en México y que entraban a Guatemala de manera clandestina, distribuyéndose principalmente en el Occidente, siendo Quetzaltenango su lugar de mayor difusión. Había emigrado luego que, en el mismo proceso en que fue electo Ubico, él fue que ganó la alcaldía de Jalapa y amigos suyos que tenían vínculos con Ubico le advirtieron que se marchara del país porque su vida corría peligro.

 

LA CUARTA ÉPOCA: UNA LUCHA CONSTANTE

Tras la revolución de 1944, Marroquín Rojas llega a la Estación de Ferrocarril el 22 de octubre del 44 e inmediatamente piensa en publicar La Hora para acompañar el proceso de la creación del nuevo modelo político. Es así como, el 1 de noviembre de 1944, es decir en el término de casi una semana, se publica nuevamente La Hora, justo cuando se arranca la integración de la Asamblea Nacional Constituyente para la que resultaría electo, dando inicio a la cuarta época.

 

No obstante, diferencias en cuanto al manejo de los recursos, más que de otro tipo, generaron el conflicto con el Congreso y la Corte Suprema de Justicia. A ese Congreso y esa Corte fue que disolvió Serrano en un golpe de Estado el 25 de mayo de 1993 que rompió el orden constitucional. Ordenó la censura a la prensa y cuando los censores designados llegaron a La Hora se les dijo que no podían ingresar y la respuesta fue que entonces no circularía La Hora, quedando el edificio rodeado por fuerzas policiales que montaron un cerco.

Según se lee en la publicación de la Cuarta Época, en medio de la intensa movilización de algunos sectores, no muy numerosos, pero sí influyentes, se empezó a producir la fisura en el Ejército y la oposición reventó el lunes 31 de mayo, La Hora decide romper el cerco policial y contando con la colaboración de personalidades como Rigoberta Menchú y Rosalina Tuyuc, su director sale con los diarios impresos repartiendo profusamente la edición que decía “Clamor para que renuncie Serrano”. Al día siguiente la Corte de Constitucionalidad lo desconocía a él y su Vicepresidente, ordenando al Ejército ejecutar la resolución de restablecer el orden constitucional.

LA QUINTA ÉPOCA: ADIÓS AL PAPEL

El director general de La Hora, Pedro Pablo Marroquín, en su columna del 2 de noviembre “La quinta época: Adiós al papel y listos para una mejor Guatemala”, detalla que han decidido decir adiós al papel para seguir creciendo en la parte digital con nuevas secciones, pero con la misma entrega y compromiso de siempre.

“En los últimos cinco años hemos quintuplicado nuestros lectores en la Web. En el 2012 mi padre, Oscar Clemente, tuvo la visión de ya no invertir para ampliar la planta impresa y así centrarnos en el crecimiento digital. Hoy vemos los frutos de esa decisión”, señala Marroquín.

Además, menciona en esta Quinta Época el acompañamiento del socio del vespertino, Luis von Ahn, accionista de LH desde 2020, quien a decir de Marroquín, al igual que el equipo que integra el medio, no deja de soñar con una Guatemala mejor, más justa e incluyente.

“Cuatro generaciones de la familia Marroquín han sido responsables de la edición del diario y de continuar con el legado de persistir en la lucha por los intereses de los guatemaltecos que no tienen voz ni oportunidades, por los que luchan por hacerlo bien a pesar de las dificultades, por el empresario y el emprendedor que no se da por vencido y por hacer realidad el viejo sueño de nuestro fundador, en el sentido de que construyamos una sociedad en la que cada día haya un mayor número de pequeños ricos y que el Estado deje de ser el botín que facilita negocios y aleja los sueños del guatemalteco”, enfatiza el director.

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