El presidente Alejandro Giammattei deberá designar a los 22 gobernadores departamentales. FOTO LA HORA

Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt

En los próximos días el presidente Alejandro Giammattei tendrá en sus manos la designación de los gobernadores departamentales, que serán sus delegados en cada uno de los departamentos del país, por lo que analistas consultados señalan que esta designación no debe ser utilizada como botín o para dar premios de consolación a candidatos que no ganaron diputaciones o alcaldías.

De acuerdo con información del Gobierno, se recibió la documentación correspondiente para los gobernadores de 18 departamentos del país, hicieron falta 4, las otras propuestas se están analizando.

“La papelería debe ir en orden y será el Presidente el encargado de seleccionar como gobernador al que cumplió con los requisitos correspondientes”, comentó Carlos Sandoval, secretario de Comunicación Social de la Presidencia.

LINARES DE ASIES: SE DEBE EVITAR QUE SEA BOTÍN

Luis Linares de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), dijo que la designación de los Gobernadores se debe evitar que sea un botín político o un premio de consolación para el candadito a diputado o alcalde que haya perdido, debe haber un filtro para que el Presidente haga una designación idónea.

“Esto no ha funcionado, porque los que se postulan son personas que muchas veces hacen cabildeo, hacen un proceso de cabildeo o presión de compra de voluntades para ser propuesto por la sociedad civil, entonces son personas que utilizan un procedimiento anómalo para ser incorporados en la terna, y resultan con el aval social, aunque sean personas cuestionadas pueden decir que fueron postulados por la sociedad civil y el Presidente lo eligió porque la sociedad civil me propuso y tengo legitimidad; lamentablemente en Guatemala todo se pervierte”, señaló el analista.

Por su parte Renzo Rosal, analista político independiente, indicó que lastimosamente se está repitiendo la misma lógica en términos de una designación bastante acomodada o casi manipulada de los Gobernadores que, si bien en términos formales se está tomando en cuenta a los “famosos” delegados de la sociedad civil ante los Codedes, muchos de esos representantes o buena parte de ellos en la práctica, no son representativos de los espacios que dicen.

“Por lo tanto se convierten en ser presa fácil en contubernio con grupos de interés, partidos políticos, o hasta estructuras criminales en sus regiones que terminan nominando, aunque con el aval de la sociedad civil entre comillas a personas que claramente no responden al perfil deseable de un Gobernador y que son básicamente los premios de consolación”, dijo Rosal.

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