Desde Brasil, el sacerdote Mauro Verzeletti se pronunció para lamentar esta tragedia. Foto La Hora/AFP

Como una tragedia “horrible y descorazonadora” fue calificado por la Casa Blanca el hallazgo de 51 migrantes muertos por asfixia dentro y en los alrededores de un tráiler abandonado en la orilla de una carretera en San Antonio, Texas el pasado el lunes 27 de junio. Entre las víctimas, preliminarmente se habla de siete guatemaltecos, 22 mexicanos y dos hondureños.

Mientras el presidente Alejandro Giammattei habla de endurecer las penas por el delito de coyotaje, expertos coinciden en que deben combatirse las causas de fondo para reducir la migración irregular y encontrar salida a esta problemática que ha significado actividades políticas, documentos, reuniones y cabildeos internacionales, cambios estructurales, pero, ante todo, la pérdida de guatemaltecos en la travesía hacia el norte.

Una tragedia que se repite como muchas de las vividas por cientos de migrantes en las últimas tres décadas que intentan huir de la región centroamericana y de México, pero se incrementa cada vez más por las condiciones de pobreza, violencia y falta de oportunidades en estos países.

Las reacciones surgen luego de la trágica muerte de más de 50 migrantes en Texas. Foto La Hora/AP

A partir de este nuevo hecho lamentable, aflora un nuevo debate sobre el cual dos expertos en temas migratorios atribuyen esta problemática a una serie de factores estructurales de larga data.

Uno de los principales problemas es la falta de respuesta por parte de los gobiernos, pero también prevalece una actitud de conformismo y pasividad de muchos guatemaltecos, al considerar que al final importa más que no falten las remesas que benefician a familias, entidades bancarias y gobierno.

NO HAY INTERÉS POLÍTICO

Desde Brasil, el sacerdote Mauro Verzeletti se pronunció para lamentar esta tragedia como una solución difícil y dolorosa para todos los familiares de los 51 difuntos. Considera que la política del gobierno de Guatemala y la región es apostar por la migración, no importando el enorme sacrificio ni el drama humano que viven.

A su juicio, este fue un suceso de una perversidad muy cruel, el cual pudo ser a propósito. “Ojalá el gobierno norteamericano realice investigaciones serias, pues esto no puede quedarse impune. Hay una guerra en contra de los migrantes”, afirmó.

Para Verzeletti, pareciera que la política es: “váyanse, necesitamos las remesas”, en tanto no existe responsabilidad de los gobiernos que están hundidos en la corrupción y la impunidad, situación en la que incluye retroceder a varios mandatarios.

Una mujer en Sololá sostiene el retrato de una de las presuntas víctimas en este caso. Foto La Hora/AP

Luego de casi tres años de pandemia, considera que el gobierno de Giammattei no ha mostrado voluntad para mostrar diferencia en las políticas públicas, sino al contrario el panorama es de una pobreza agudizada, desnutrición masiva y ha dejado a la población a su propia suerte.

 

“Más del 60% de las personas quisieran salir del país, las oportunidades laborales son escasas, los sueldos bajos, en un contexto de incremento de violencia, precios altos de la canasta básica y alza en los combustibles”, asegura.

Esto lo atribuye a una estructura socioeconómica y política injusta y de que no existe voluntad de hacer diferencia, por lo que está dejando un país colapsado, carente de liderazgos políticos.

Parte de la responsabilidad también la dirige hacia el Consejo Nacional de Atención al Migrante (Conamigua), entidad que califica como un elefante blanco que gasta mucho dinero sin ninguna proyección.

La falta de políticas migratorias en la región también se ve reflejado en conferencias regionales que acompañan una serie de propuestas de todo tipo, que no se concretan en acciones sino continúa la problemática más grande desde las enormes caravanas, masacres y tragedias como la sucedida ayer.

FALTA DE OPORTUNIDADES

Jahir Dabroy, analista político de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies) explica que esta es una situación cuya raíz viene por la forma cómo se ha construido el Estado guatemalteco que han permitido generar diferencias muy marcadas entre segmentos rural y urbano, clases socioeconómica, además de la ausencia del Estado en servicios para la población tales como educación, salud y seguridad alimentaria; ejes transversales básicos en cualquier orientación ideológica.

Ante la ausencia de estos servicios y educación, las personas buscan mecanismos de subsistencia, como aportar la fuerza de trabajo en campo, actividad de poca remuneración que demanda un gran esfuerzo físico y poca especialización, añade.

Sin embargo, considera que el migrante guatemalteco es bien calificado en trabajos agrícolas o en servicios que habitantes del primer mundo ya no están interesados en hacer como limpieza u oficios domésticos. Son las visas clasificación H2A y H2B.

“Cuando un país no ofrece las condiciones necesarias para desarrollar un proyecto de vida familiar, optan por voltear a ver fórmulas exitosas”, comenta Dabroy.

FACTORES QUE INCIDEN PARA MIGRAR

Según encuestas, hay tres factores primordiales por los cuales las personas buscan llegar al país del norte. El económico es la razón que mueve a 8 de cada 10 personas, con la intención de dejar de recibir un salario mínimo a ganar de US$50 a US$100 diarios.

 

 

“Esto incluye a jóvenes de clase media que al graduarse de colegios privados no piensan quedarse en Guatemala”. El cambio climático y escapar de la violencia también son relevantes al momento de tomar decisiones para huir de sus lugares de origen, según el analista.

El caso ha sido vinculado al tráfico de personas de la región hacia Estados Unidos. Foto La Hora/AP

Dabroy considera que el gran problema para Guatemala donde cumbres, foros y congresos no resultan en acciones concretas, es que, a lo largo de varios gobiernos, las políticas sociales no logran transformarse en política pública. Al final, se crean acuerdos no vinculantes.

“La política pública es una de las palabras más prostituidas porque significa soluciones puntuales a problemas puntuales, en un ámbito temporal para entregar resultados e informan sobre origen de los recursos. Esta es muy escasa porque deben establecerse mecanismos de monitoreo y evaluación”, explica.

RESPONSABILIDAD CIUDADANA

Las investigaciones en campo de Dabroy también dan cuenta del cambio de actitud en algunas comunidades urbanas en Izabal que viven absolutamente de las remesas, lo que ha llevado a que los jóvenes no se esfuercen por estudiar o trabajar. Además, es un problema que ha elevado el consumo de drogas.

Se trata de un fenómeno que encuadra como “anomia social”, término atribuido al sociólogo francés Emilio Durkheim, en el cual las personas van perdiendo los valores sociales y solo privan los valores individuales.

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