POR AGENCIA/AP/DPA
WASHINGTON

Una juez federal puso fin al arresto domiciliario y ordenó hoy prisión para Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump, citando cargos por obstrucción de la justicia recién presentados.

La medida adoptada por la juez Amy Berman Jackson se produjo después de que los fiscales acusaron a Manafort y a un socio de manipular a testigos.

Manafort es el primer funcionario de campaña de Trump que es encarcelado como parte de la labor del fiscal especial Robert Mueller, quien investiga la intromisión rusa en las elecciones de 2016.

Sus abogados han argumentado que Manafort no hizo nada malo y acusaron a los fiscales de conjurar un «complot siniestro» a partir de contactos «inocuos» con testigos.

Manafort permanecerá en prisión mientras espera dos juicios en los próximos meses. Enfrenta varios cargos por delitos graves relacionados con trabajos que hizo en Ucraniana y dinero que canalizó a través de cuentas en el extranjero.

Manafort y su antiguo asistente Konstantin Kilimnik fueron acusados de tratar de manipular a los testigos en la nueva acusación presentada hoy por Mueller, quien investiga presuntos vínculos rusos con la campaña electoral de Trump en 2016.

Los nuevos cargos se producen después de que Mueller alegara días antes que Manafort intentó convencer a los testigos de mentir en el tribunal, lo cual sería una violación a la libertad concedida antes del juicio que afronta por supuesto lavado de dinero y cabildeo.

Manafort lideró la campaña presidencial de Donald Trump de junio a agosto de 2016, pero los cargos formulados contra él no están directamente relacionados con ese período.

Los cargos, de los cuales se declaró inocente, incluyen lavado de dinero, fraude bancario, evasión impositiva y el no registrarse como agente extranjero.

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