Por: AFP, AP y Redacción La Hora
Nayib Bukele, presidente de El Salvador, cumplió cuatro años en el poder, con gran popularidad por su «guerra» contra las pandillas, pero con críticas sobre la vigencia de los valores democráticos.
Según las encuestas, la gestión de Bukele cuenta con la aprobación del 90% de los salvadoreños, ya que ha logrado restaurar la seguridad en las calles. Sin embargo, su enfoque agresivo contra las pandillas, genera preocupación entre los defensores de los derechos humanos, y algunos analistas advierten que parece gobernar sin la debida supervisión de los demás poderes del Estado.
«Se puede calificar como un logro notable el tema de la reducción de la operatividad de las pandillas (…), por la reducción del número de delitos cometidos«, declara a la AFP Carlos Carcach, investigador del área de políticas públicas en la Escuela Superior de Economía y Negocios.
Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva, destacó que el mayor logro del gobierno es la disolución de las pandillas, lo cual ha mejorado significativamente la seguridad en el país.
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Según lo que expresó a la AFP, se ha observado un renovado impulso en el desarrollo de microempresas, lo que ha generado un ambiente propicio para su crecimiento.
69 MIL DETENIDOS
De acuerdo con el gobierno, las pandillas ejercían dominio sobre aproximadamente el 80% del territorio nacional, obteniendo financiamiento a través de extorsiones masivas, asesinatos por encargo y tráfico de drogas. Desde hace 14 meses, se implementó un régimen de excepción que otorga poder a la policía y al ejército para realizar arrestos sin necesidad de una orden judicial, con el objetivo de combatir esta situación.
Esta medida fue aprobada por el Congreso a pedido de Bukele, en respuesta a una escalada de violencia pandillera que se cobró la vida de 87 personas.
Las autoridades han logrado liberar barrios y recuperar numerosas viviendas que fueron usurpadas por pandilleros. Según datos oficiales, los homicidios han disminuido a una cuarta parte de la cifra registrada en 2019.
Como resultado de estas acciones, personas como Cristina Arévalo, de 71 años, quien anteriormente se vio obligada a cerrar su pequeña tienda en las afueras de San Salvador debido a las amenazas de las pandillas, ahora está considerando reabrirla.
«Con la seguridad que se vive, pronto reabriré, porque ya no me van a extorsionar«, dice la mujer a la AFP.
Hasta el momento, las autoridades han arrestado cerca de 69,000 individuos sospechosos de pertenecer a pandillas, de los cuales aproximadamente 5,000 han sido puestos en libertad, según el gobierno.
Como parte de su estrategia para encarcelar a los pandilleros, el presidente Bukele ha construido una megacárcel con capacidad para 40,000 presos, considerada la prisión más grande de América, donde se implementa un régimen de reclusión severo. Sin embargo, la ONG Cristosal informó que hasta abril se registraron 153 muertes de reclusos «bajo custodia del Estado«.
REELECCIÓN
Publicista de 41 años, asiduo a las redes sociales, Bukele enfrenta una oposición casi inexistente desde el «remezón» de 2019, cuando venció a los candidatos de los partidos tradicionales de derecha e izquierda.
Con apoyo del Congreso, donde posee gran mayoría, en 2021 destituyó a los cinco jueces de la Sala Constitucional de la Corte Suprema, la más alta instancia judicial del país.
También destituyó al fiscal general y a un tercio de los 690 jueces (a los mayores de 60 años o con 30 años de servicio). Estados Unidos, la ONU y la OEA llamaron entonces a El Salvador a respetar la separación de poderes.
Además, Bukele consiguió que la Corte Suprema lo habilitara para buscar la reelección en 2024, aunque la Constitución lo prohíbe, generando un debate sobre si la medida es legal.
«El gobierno y el presidente tienen todo servido para la reelección, no solo por el respaldo popular, sino que tiene el control de la mayoría de la institucionalidad«, señala a la AFP el vicerrector de la Universidad Centroamericana (UCA), Omar Serrano.
«Ha sido un gobierno que ha sacudido al país», pero que «se ha llevado por delante muchas cosas, que ha socavado los incipientes avances democráticos que se tenían«, agrega.
En tanto, el sacerdote jesuita y docente de la UCA Rodolfo Cardenal afirma que en el país se vive «la negación del derecho constitucional y los derechos humanos«.
No se puede «resolver un crimen cometiendo una serie de violaciones», indica.
Los salvadoreños avalan los métodos de Bukele porque «el país tiene una mentalidad dictatorial y autoritaria desde hace muchísimo tiempo, y porque piensa que esa es la solución, pero a largo plazo no se sostiene», advierte Cardenal.
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FRACASO DEL BITCOIN
El presidente Bukele implementó una medida controvertida al adoptar el bitcoin como moneda de curso legal. En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país en aceptar el bitcoin junto con el dólar, que ha sido la moneda en circulación desde 2001.
Sin embargo, la cotización de la criptomoneda ha experimentado una caída significativa y ha tenido una aceptación limitada en el país.
Según Serrano, responsable de estudios de opinión pública de la UCA, la adopción del bitcoin ha sido la medida más impopular y con menos apoyo social.
PROPUESTAS DE REDUCCIÓN Y CAMBIOS ADMINISTRATIVOS
Nayib Bukele, presentó, el jueves pasado, dos propuestas destinadas a reorganizar la división política del país y reducir el número de alcaldías y curules en el Congreso unicameral.
Bukele argumentó que la reducción de alcaldías, de 262 a 44, y de curules, de 84 a 60, permitirá una mayor eficiencia en la administración y una disminución de la carga tributaria. Asimismo, afirmó que esta medida no afectará las identidades de los municipios, que se convertirán en distritos y mantendrán sus festividades y tradiciones.
La propuesta generó críticas por parte de algunos legisladores, quienes la consideraron una estrategia electoral.
La Alianza Republicana Nacionalista (Arena), un grupo parlamentario de derecha, acusó a Bukele de cambiar la distribución política del país con fines electorales, especialmente después de la derogación del candado electoral que impedía cambios en esta área antes de las elecciones de 2024.
Estas acciones del presidente Bukele han generado un debate acalorado en el país, con opiniones divididas sobre la efectividad de las propuestas y la lucha contra la corrupción. A medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2024, se espera que estos temas sean cruciales en el panorama político salvadoreño.
También habló de una cárcel para personas involucradas en actos de corrupción.
