El director del FBI, Christopher Wray. Esa entidad dio a conocer hoy la información. Foto La Hora/Greg Nash/Pool vía AP

Los homicidios en Estados Unidos durante 2020 aumentaron casi un 30% respecto al año anterior, el mayor incremento de un año a otro desde que el FBI comenzó a llevar registros, según cifras dadas a conocer por la agencia este lunes.

Los asesinatos y muertes intencionales ascendieron aproximadamente el 29,4% a 21.570, un incremento de 4.901 con respecto a 2019, según datos del FBI. Se trata del total estimado más elevado desde principios de la década de 1990, cuando la cifra de homicidios permaneció por encima de los 23.000 al año en un momento en que se libraban disputas por drogas en muchas partes del país.

Los crímenes violentos en 2020 aumentaron 5,6% respecto al año pasado, mientras que los delitos contra el patrimonio continuaron con un declive de casi dos décadas, descendiendo 7,8%. Los robos y las violaciones cayeron en 9,3% y 12% respectivamente.

 

James Alan Fox, criminólogo de la Universidad Northeastern en Boston, dijo que considera al 2020 una «situación única» y no parte de una tendencia a largo plazo. Atribuyó el aumento drástico a una combinación de factores, incluyendo la pandemia del coronavirus, los conflictos sobre cuestiones políticas y raciales y al hecho de que en general las personas simplemente tenían mucho tiempo libre.

«No quiero minimizar lo que ha sucedido. Sólo no quiero que la gente crea que el cielo se está cayendo y que esto es (una tendencia) permanente», añadió Fox. Incluso con el enorme incremento en el número de asesinatos, resaltó, la cifra sigue muy por debajo de lo que atravesó el país durante la epidemia de «crack» hace 30 años.

Si bien los descensos en otros delitos son buenas noticias, los homicidios fueron una tendencia sorprendente que ha continuado este año. Varias comunidades, rurales y metropolitanas, han experimentado incrementos continuos de asesinatos. El aumento en la violencia se ha convertido en un tema político un año después de que estallaron protestas sobre las prácticas policiales tras la muerte de George Floyd en Minneapolis.

 

Los grupos en pro del control de armas de fuego hicieron notar que éstas fueron el principal impulsor de la violencia.

«Este incremento en los homicidios es simplemente la prueba más reciente de que estamos experimentando una epidemia de violencia con armas de fuego dentro de la pandemia de COVID», declaró John Feinblatt, presidente del grupo activista Everytown for Gun Safety, en un comunicado. «Esta espiral de muerte continuará hasta que frenemos el flujo de armas ilegales e invirtamos en programas de prevención de eficacia comprobada».

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