El Tribunal Segundo de Femicidios durante la sexta audiencia del juicio por la muerte violenta de Luz María López que se llevó a cabo este 3 de octubre, empezó a conocer prueba material a cargo del Ministerio Público (MP).
En este caso aún faltan cuatro testigos por presentarse, por lo que el Tribunal dio plazo al ente investigador hasta el 5 de octubre para presentarlos, de lo contrario se prescindirá de sus testimonios.
Las pruebas materiales se localizaron dentro del automóvil de la pareja, en su vivienda y en el cuerpo de Luz María. Según el MP, la víctima fue asesinada por asfixia, quemada y abandonada en un tragante de la zona 2 por su esposo Rafael Zea Mejía.
El pasado 7 de julio, el expresidenciable recuperó su libertad en Estados Unidos donde cumplía una condena que fue modificada. Se desconoce la fecha de su retorno: https://t.co/tZjfJdYXAI
— Diario La Hora (@lahoragt) October 3, 2022
PRUEBA MATERIAL PRESENTADA
La exposición de los elementos físicos probatorios estuvieron a cargo del fiscal Marlon Ordóñez, quien se encargó de verificar que el embalaje y cadena de custodia de cada uno estuviera en orden. Siete pruebas fueron presentadas en la diligencia de esta mañana.
La primera prueba en presentarse fue una alfombra de carro de color gris.
Asimismo, Ordóñez procedió a exponer el segundo elemento, este correspondía a un trapo multicolor, el cual fue examinado por un perito y circuló con tiza hallazgos en el mismo.
También se conoció un bote de desinfectante de amonio, el cual presentaba manchas marrones y negras correspondientes a la “cercana exposición de ahumamiento”, con esto se reforzaría la hipótesis del MP.
Ante el Tribunal y los sujetos procesales se conocieron pedazos de plástico quemados en su totalidad como parte de la prueba material, estos se encontraron adheridos al cadáver de Luz María.
De la misma forma, se presentaron más plásticos quemados. Según el ente investigador, Jorge Zea habría utilizado la envoltura de la cama para envolver el cuerpo de Luz María.
El MP concluyó con la presentación de unos lazos que se incautaron dentro del domicilio de la pareja, lugar en donde se presume que se cometió el asesinato.
TESTIGOS SIN UBICAR
Los juzgadores aún tienen pendiente de conocer a cuatro testigos, tres propuestos por el MP y uno por el sindicado Jorge Zea. Por su parte, el Tribunal Segundo advirtió que tienen hasta el miércoles 5 de octubre para presentarse a declarar, si no se verán en la necesidad de prescindir de los cuatro testigos.
El fiscal Ordóñez dijo, “vamos a hacer hasta el último esfuerzo para el día miércoles presentarlos a esta sala de audiencias, lo que queremos es sumar, sin embargo, no nos apartamos de la realidad”, en referencia a tener que desistir de estos testimonios.
Según el funcionario, no ha sido posible ubicar a los testigos por diversas razones: el primero ya no reside en el domicilio registrado, el segundo se presume que se fue a vivir a Estados Unidos y el tercero incurrió en un tipo de delito y se encuentra prófugo de la justicia.
“Lo que se espera que declaren ya ha sido cubierto totalmente con varios órganos de pruebas documentales y testimoniales presentados oportunamente, no es ningún problema para la tesis fiscal”, concluyó haciendo referencia a que no se debilitaría la investigación si no se presentaran.
Declaraciones del abogado Ramón Cadena, de la Comisión Internacional de Juristas.
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ATRASO EN EL JUICIO
La audiencia de hoy estaba programada para el 27 de septiembre, sin embargo se suspendió por la ausencia de partes procesales: Jorge Zea, sindicado por el asesinato de su esposa Luz María, y los padres de Luz María, querellantes adhesivos dentro del proceso.
EL CRIMEN
El 20 de enero de 2021, Luz María López fue vista por última vez y se reportó su desaparición; el viernes 22 su cuerpo fue localizado en un tragante de la zona 2 sobre la avenida Simeón Cañas.
Según la Fiscalía de Femicidio del MP, Luz María murió por asfixia, luego su cuerpo fue quemado y abandonado en un tragante, el principal sospechoso y sindicado por su muerte es su esposo, Jorge Zea.
Luz María estudió criminología en la universidad y trabajaba en el Modelo de Atención Integral de Niñez y Adolescencia (MAINA) como técnica de investigaciones criminalísticas para la Fiscalía de Niñez y Adolescencia.
