Los jóvenes, las redes sociales, el racismo y lo que debemos mejorar

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En la actualidad las redes sociales son entendidas como un espacio de libertad, por ende, la mayoría de las opiniones son expresadas a través de estas con el otro factor y efecto como lo es la viralización. Precisamente en Twitter circulan una serie de videos de una joven que utiliza la palabra “india”, a manera de insulto y para referirse a una persona indígena.

“¿Quién putas es Rigoberta Menchú? ¿Quién es esa india? … es que no sé quién es”, expresa la internauta por medio de un video en vivo, una escena que se presenta y viraliza en el espacio digital, pero que se repite en la cotidianidad de un país como Guatemala.

En otro video que circula de la misma joven (y aunque en este no se especifica hacia quién se dirige) hace uso en diversas ocasiones de la palabra “india”: “Compárate conmigo india”, “mira a tu mamá, ¿de qué trabaja esa india pisada pues?”, expresa.

MAC DONALD: ES UN DISCURSO DE ODIO

El semiólogo y catedrático universitario, Ramiro Mac Donald, explica que la palabra “indio/a” es utilizada en el país para referirse al sector indígena a quienes se les cataloga como: sucios, haraganes, pobres e ignorantes, es así como la palabra se vuelve un vocablo para acudir a alguien de forma despectiva.

“Este es un discurso de odio típico guatemalteco promedio, estamos inmersos en una sociedad racista y tremendamente clasista, en la que las clases medias y altas tienen una opinión hacia la población indígena muy radical y tergiversada por la idea que tienen y entonces todo lo que tenga relación con ellos lo rechazan”, explica.

El semiólogo hace énfasis en que este tipo de discursos que se ven en las redes sociales reflejan el sentimiento y sensación de rechazo hacia el sector indígena los cuales son promovidos por una clase social extremadamente racista.

El problema que ve el catedrático es que en la sociedad guatemalteca se ha normalizado el uso de esta expresión haciendo que se vuelva un discurso tan arraigado hasta el punto de no reconocerlo como tal.

Un discurso de odio se pone en evidencia en una acción tan sencilla como gesticular una oración en un video. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

“El uso de la palabra indio es una cuestión despectiva ante todo punto de vista, es un significante que tiene un significado peyorativo asociado a lo negativo y cuestiones malas”, asevera.

Además, indica que la palabra tiene una connotación y carga negativa histórica en el país de carácter falso, ya que no representa la realidad de una población y solo ha servido para el uso peyorativo para referirse a los grandes grupos sociales.

Un discurso de odio que se pone en evidencia en una acción tan sencilla como gesticular una oración en un video.

XINICO: UNA MANIFESTACIÓN DE FORMAS DE VIOLENCIA

Sandra Xinico, Kaqchiquel, activista y antropóloga, explica que lo ocurrido en el video es una situación con la que lidian cotidianamente porque el racismo es un problema estructural; “por más que el tiempo haya pasado vemos que es una joven y pensaríamos que la juventud tiene otra mentalidad, pero desafortunadamente no es así”, añade.

Asevera que utilizar el término de “indio” o “india” para degradar a otra persona es la forma en que mayoritariamente ven a la población indígena.

“Refleja la relación de poder y la forma en que se nos percibe, estereotipos, características que nos han asignado para quitar valor y ejercer violencia sobre nosotros. Es una expresión de un problema profundo porque es una joven que cree que tiene el poder de utilizar esa terminología y lo hace de manera intencionada para insultar a alguien más y aparte documentarlo para que se quede en internet”, explica.

Para Xinico esto es una manifestación de las muchas formas de violencia que el país ejerce contra la población indígena y que atraviesa generaciones y edades.

Xinico recalcó que el término de “indio” o “india” para degradar a otra persona es la forma en que mayoritariamente ven a la población indígena. Foto: La Hora/José Orozco.
TRUJILLO: ES UNA SITUACIÓN QUE SUCEDE COTIDIANAMENTE

“A mí me gustaría que a pesar de que abordamos el tema a partir de este caso particular se vale no concentrarse solo en ello, yo haría la pregunta al público: ¿por qué ahora en la figura de esta chica nos molesta tanto? cuando es una situación que sucede cotidianamente”, cuestiona Silvia Trujillo, socióloga y catedrática universitaria.

La palabra como tal no es la que encarna el racismo, sino más bien el uso de la misma que pone en evidencia y continuar la reproducción de jerarquización que se impuso en la colonia, y justamente porque está normalizado es que la joven se permite decirlo con soltura, aclara la socióloga.

Como lo hace Mac Donald, Trujillo, cataloga lo siguiente como un discurso de odio, y añade, “el problema que tienen es que comienzan instaurando una negación discursiva, pero que luego instauran una negación de hecho, entonces habilita las posiciones que justifican todo lo que ocurra hacia esta población que constantemente sufre aprehensión”.

Trujillo menciona que mucho de lo que también se ha cuestionado es cómo justo desde la lógica privilegiada blanca y de clase social puede enunciar este tipo de discursos.

Trujillo cuestiona: «¿por qué ahora en la figura de esta chica nos molesta tanto? cuando es una situación que sucede cotidianamente». Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.
PORRAS: TIENEN UN IMPACTO EN LA AUTOESTIMA Y AUTOCONCEPTO

La psicóloga Alexandra Porras afirma que la tendencia de superioridad por algún motivo como: raza, cultura, idioma u otro puede observarse en forma de exclusión, restricción, agresión verbal y/o bullying entre otros, y estos tienen un gran impacto, principalmente en la autoestima y autoconcepto de la víctima.

“Las víctimas de racismo suelen desarrollar baja autoestima y baja valía personal, actitudes autodestructivas, así como palabras descalificantes para sí mismo. Suelen mantener altos niveles de estrés, tienden a aislarse y mostrar indefensión aprendida. Incluso suelen tener sentimientos de desesperanza, que pueden conducir a la ansiedad y depresión”, menciona.

Mientras que por su parte quien enuncia estos discursos o se cataloga como el agresor, puede que no tenga un efecto emocional a corto plazo, pero sí es un síntoma de otros malestares como: represión de enojo e ira.

Lo más importante, asevera la psicóloga, es medir la implicación de las palabras y considerar que se está traspasando los derechos de otras personas, como el respeto.

Es importante medir la implicación de las palabras y considerar que se está traspasando los derechos de otras personas. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.
A LA ESPERA DE POSTURA DE CODISRA

La Hora intentó contactar a Codisra para conocer si la acción de la joven es un delito en el país y su postura ante el tema, informaron que serían ellos quienes se estarían comunicando, sin embargo, al cierre de esta nota aún no se tiene respuesta alguna. De hacerlo así se consignará en el mismo espacio.

¿CÓMO PODEMOS MEJORAR?

Las redes sociales se han vuelto un espacio en el que es común observar lo que hasta hace unos años se veía en la cotidianidad de las calles, casas y espacios públicos.

Juan Manuel Vega, periodista, lo describe muy bien: “Teclear la palabra ‘indio’ en el buscador de Twitter es la puerta para observar una de las muestras más grandes de racismo en Guatemala”.

La juventud está muy adentrada al mundo de las redes sociales siendo este uno de los principales (si no es que el principal) espacios de expresión para ellos, no obstante, la combinación con discursos de odio y expresiones racistas es un peligro inminente.

La investigación: “No More Haters. Romper cadenas de odio, tejer redes de apoyo: los y las jóvenes ante los discursos de odio en la red” desarrollada por el Centro de Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud (CRS) establece la relación redes sociales y juventud de una manera muy clara.

La juventud está muy adentrada al mundo de las redes sociales. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

La juventud suele asimilar Internet con una “ciudad sin ley”, un espacio que no tiene límites, fronteras, en donde todo es aceptado y este tipo de expresiones son aprovechadas en un espacio en donde la libertad reina y la normalización del odio hace que su reproducción sea más fácil.

Las expresiones de odio y racistas en el espacio virtual no son otra cosa más que el traslado de estos problemas y discriminaciones en el mundo social al espacio de internet.

Por ello los analistas coinciden en que es un tema que debe tratarse desde el espacio público y la realidad offline antes.

 

“Es un problema que ha sido inculcado de una sociedad racista, por ello creo que las escuelas y universidades deberíamos ayudar a cambiar este discurso y ver una realidad distinta. Generar el cambio con educación, acercamiento a conceptos adecuados, comunicación e información son la clave”, menciona Mac Donald.

El semiólogo afirma que es necesario formar a las nuevas generaciones con actitudes distintas a las otras, retirando todo el racismo que impera. Así también lo visualiza Porras, como una necesidad de educar desde el respeto y empatía hacia las demás personas, valorando la diversidad cultural y no desde la discriminación.

“Es importante interpelar y el silencio no es una opción, las personas que se sienten culturalmente pares de esta joven deben asumir sus acciones con seriedad, no como una broma o algo dicho sin intención”, asevera Xinico.

Las expresiones de odio y racistas en el espacio virtual se han vuelto muy comunes. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

La antropóloga además menciona que el video hace reflejo al pensar de muchas personas en el país que se creen superiores, por lo que es importante denunciar, cuestionar, interpelar para que quienes reproducen este tipo de discursos sean conscientes del problema que continúan perpetuando. Agrega que lo importante es visibilizar estas prácticas, llamarlas por su nombre: racistas y violentas, y llevar la discusión del racismo hacia nuestros distintos espacios de interacción.

Por su parte Trujillo recalca en la importancia de hacer un llamado a la conciencia de generar debate social sobre el tema, que no necesariamente sea solo en torno a la joven del video, o que si será así cuestionar: ¿Qué significa utilizar aún hoy la palabra “indio” como un insulto?