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Por DAVID B. CARUSO
NUEVA YORK
Agencia/AP

Mientras la campaña para aumentar el salario mínimo a 15 dólares la hora ha cosechado triunfos en sitios como Seattle, Los Ángeles y Nueva York, ha chocado con una dura realidad: numerosos negocios no pagan ahora el salario mínimo legal y probablemente tampoco lo harán cuando este aumente oficialmente. Algunos economistas, activistas sindicales y reguladores pronostican que, sin una mayor vigilancia, el número de trabajadores escatimados aumentará en los sitios donde aumente el salario mínimo.

Varían los cálculos sobre la magnitud del problema, pero la Oficina de Estadísticas Laborales dijo que en 2014, unos 1 millón 700 mil trabajadores —dos tercios de ellos mujeres— cobraban menos del salario mínimo federal de 7.25 dólares la hora.

Otros estudios calculan que esa cifra es mayor. Un informe del Departamento de Trabajo en diciembre calculó que en Nueva York y California solamente hay 560 mil violaciones de la ley cada semana por unos 33 millones de dólares en salarios no percibidos.

Esas cifras representan a trabajadores como Celina Álvarez, quien vino de Michoacán, México, hace cuatro años y desempeñó varios trabajos mal pagos como cocinera hasta recalar en la ciudad de Nueva York.

En los dos primeros restaurantes la mujer trabajaba 12 horas diarias y seis días a la semana por 350 dólares, lo que equivale a 4.86 dólares la hora. No recibía propinas ni pagos por horas extra. Algunas semanas, dijo Álvarez, ella y otra trabajadora en el restaurante no recibían paga alguna. A los dueños no les importaba si se iban, ya que contrataban a otra gente. «Éramos desechables», afirmó.

El Departamento de Trabajo investiga esas violaciones y ya está preparando numerosos casos. Durante el último año fiscal federal informó haber recuperado 270 millones de dólares en salarios adeudados para 270 mil trabajadores.

Sin embargo, el millar de investigadores de la agencia, que supervisa 7.3 millones de comercios con 135 millones de trabajadores, no puede ocuparse de hacer cumplir las leyes salariales estatales y locales, por lo general. Eso significa que las ciudades y estados que suben su salario mínimo por encima de la cifra federal de 7.25 dólares la hora no son controlados por aquellos.

«Muchos estados están enfrentando ese desafío», afirmó David Weil, administrador en la División de Salarios Horarios en el Departamento de Trabajo. Veintinueve estados tienen ahora un salario mínimo superior al federal, pero activistas han hecho campaña para que los legisladores municipales fijen salarios mucho mayores.

Seattle, Los Angeles y San Francisco y sus vecinos Oakland y Berkeley han empezado a aplicar aumentos en el salario mínimo que alcanzarán los 15 dólares la hora en los próximos años. Grupos laborales en California promueven una medida para aumentarlo a 15 dólares en todo el estado.

Una junta reguladora en Nueva York dispuso el mes pasado aumentar el mínimo a 15 dólares para los trabajadores en los restaurantes de comida rápida.

Otras ciudades menos caras han apuntado más bajo. Chicago y Kansas City, Missouri, lo aumentan a 13 dólares. Albuquerque, Nuevo México y Portland, Maine, a poco menos de 11. La mayoría de estos aumentos son impuestos paulatinamente a lo largo de varios años.

Muchas corporaciones y comerciantes se oponen enérgicamente a los aumentos aduciendo que sus márgenes de ganancia bajarán y cerrarán comercios o despedirán trabajadores para mantenerse a flote.

Manuel de Jesús Santiago López posa en Queens, Nueva York, el 3 de agosto del 2015. Santiago dijo que tuvo una disputa hace algún tiempo en un comercio en el que trabajaba y cobraba 300 dólares por semana de 78 horas de labor. Foto La Hora: Tina Fineberg

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