Por DAVID RISING,
BERLÍN
Agencia AP
Las exportaciones cayeron 5.8% en agosto, la mayor reducción desde principios de 2009, cuando la crisis financiera global provocaba caos en la economía mundial. Las importaciones se redujeron también, en 1.3%, a nivel mensual y en la cifra ajustada estacionalmente, informó la Oficina Federal de Estadísticas.
Los números muestran una serie de hechos preocupantes, entre ellos, un agudo descenso de la producción industrial, pedidos y confianza en los negocios que, de acuerdo con el analista de ING Carsten Brzeski, son una «historia de error de verano».
A menos que la economía alemana tenga una importante recuperación en septiembre es posible que en el tercer trimestre sufra una contracción. Tras una caída de 0.2% en el segundo trimestre y eso llevaría a Alemania a una recesión técnica.
«Al parecer la economía requerirá un pequeño milagro en septiembre para evitar una recesión», indicó Brzeski.
Alemania sufre por la caída en la demanda de sus exportaciones de gran valor a otros países europeos, así como en China. Los empresarios también están preocupados por el impacto de la crisis ucraniana, en especial por las sanciones impuestas a Rusia.
La desaceleración provocó que los cuatro más importantes centros de investigación económica del país redujeran su expectativa de crecimiento. Su pronóstico para este año es de 1.3% y de 1.2% para 2015, una baja respecto al 1.9% y 2% respectivamente, planteados originalmente.
La canciller Angela Merkel agregó que el pronóstico no sorprendió al gobierno que en los últimos meses ha subrayado la importancia de promover la inversión privada.
