París
DPA

Roland Garros entró en la fase decisiva con Rafael Nadal, Novak Djokovic y Dominic Thiem afilando sus armas y acelerando el camino de los cuartos de final, mientras que Garbiñe Muguruza entregó su corona en el cuadro femenino.

Nadal, nueve veces campeón del certamen, alcanzó la ronda de los ocho mejores sin una mácula en el currículum. Ayer venció a su compatriota Roberto Bautista por 6-1, 6-2 y 6-2 y se plantó en cuartos de Roland Garros sin ceder un set, como ya hizo en 2007, 2008 y 2010, 2012 y 2014. En todas esas ocasiones acabó levantando la copa.

«Ha sido una primera semana muy positiva, he jugado a un nivel muy alto, he ganado con solvencia y eso da confianza. Te hace sentir que estás haciendo las cosas bien, que estás por el buen camino», indicó el número cuatro del ranking mundial.

Aunque le costó más que la tercera ronda, en la que superó al georgiano Nikoloz Basilashvili por 6-0, 6-1 y 6-0, el español continuó con su paso arrollador en la arcilla de París.

Nadal, que cumplió el sábado 31 años, se enfrentará el martes en los cuartos de final a su compatriota Pablo Carreño, que dio el golpe al tumbar por 4-6, 7-6 (7-2), 6-7 (6-8), 6-4 y 8-6 al canadiense Milos Raonic, quinto favorito.

«Es la victoria más importante de mi carrera», explicó Carreño, número 21 del ranking mundial y que no pudo contener las lágrimas de alegría. «Si creyera que no tendría posibilidades de ganar a Nadal no jugaría. Es muy difícil porque es el mejor jugador de la historia en esta superficie y está jugando bien, pero lo voy a intentar».

Nadal busca convertirse en el primer hombre en ganar diez veces el mismo Grand Slam. El último de los 14 grandes que levantó fue en Roland Garros 2014.

El duelo ante Bautista, sin embargo, se vio en parte ensombrecido por la amenaza que le profirió al juez de silla portugués Albert Ramos después de que le pitara un «warning».

«Me vas a tener que pitar muchos ‘warnings’ en este partido porque no me vas a pitar más», le dijo a Ramos en la pista. Después, en rueda de prensa, intentó restar importancia diciendo que todo «se quedó en la pista», pero añadió: «Tengo respeto por él, sin ninguna duda, lo único que pido es que sea recíproco».

Djokovic, por su parte, acabó con la aventura del español Albert Ramos al derrotarlo por 7-6 (7-5), 6-1 y 6-3 y se citó en cuartos con Thiem, que venció antes al argentino Horacio Zeballos por 6-1, 6-3 y 6-1.

Será un choque de trenes. Cara a cara entre dos de los grandes favoritos. Será el sexto enfrentamiento entre Djokovic y Thiem, con el serbio dominando la estadística con cinco victorias y apenas un set perdido. Además, arrolló al austríaco 6-1 y 6-0 en su último cara a cara, hace dos semanas en las semifinales de Roma.

«Obviamente el hecho de no haber perdido nunca ante un jugador te ayuda mentalmente un poco, pero no creo que eso vaya a jugar un papel aquí», señaló Djokovic, defensor del título en París.

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