Rodrygo celebra tras anotar el segundo gol del Real Madrid ante el Manchester City en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones. Foto La HoraBernat ArmangueAP

Cuando sonó el silbatazo inicial, Rodrygo se arrodilló para orar y dar las gracias antes de sumarse a los festejos con una camiseta que llevaba estampado una proclama: «A por la 14».

 

 

El atacante brasileño de apenas 21 años acaba de grabar su nombre en el eterno idilio del Real Madrid con la Copa de Europa.

Después de todo, «estábamos muertos», dijo.

Los goles de Rodrygo a los 90 minutos y en los descuentos cambiaron el rumbo de la eliminatoria, con una tercera remontada seguida.

¿IMPREVISTO?

La victoria 3-1 ante el Manchester City catapultó al Madrid a una final contra Liverpool por el título de la Liga de Campeones el 28 de mayo en París.

«No puedo explicar, no tengo ni palabras para explicar lo que pasó hoy», dijo Rodrygo sobre sus dos goles que forzaron la prórroga la noche del miércoles en el Estadio Santiago Bernabéu. «Dios me miró y me dijo: ‘Hoy es tu día’. Estoy muy feliz de llevar al Madrid a donde tiene que estar, que es en la final de la Champions».

El City acariciaba repetir en la final hasta el recién ingresado fulminó al cuadro inglés con su doblete. El Madrid se levantó de la lona tras haber quedado casi noqueado en una serie en la que estuvo abajo en el marcador desde el segundo minuto del partido de ida.

CITY CONTRA LA CORRIENTE

Los dirigidos por Pep Guardiola dispusieron de la media hora del alargue, pero no pudieron recuperarse.

Rodrygo del Real Madrid anota el segundo gol ante Manchester City en las semifinales de la Liga de Campeones. Foto La HoraBernat ArmangueAP

El City remaba contra la corriente. Una vez resucitado, parar al Madrid era imposible. Aseguraron el pase cuando Karim Benzema convirtió un penal para el 6-5 definitivo en el marcador global. No podría ser de otra forma: el propio atacante francés fue el artífice de las victorias del Madrid con sendas tripletas en las dos eliminatorias previas.

«No estaba ni escuchando lo que mis compañeros me decían, porque no me creía lo que estaba pasando», dijo Rodrygo. «No sé cuándo fue mi primer gol. Estábamos muertos ya, y pasó lo que pasó».

La misma pregunta se hacían Guardiola y sus dirigidos.

 

REGRESOS ÉPICOS

Tal vez el City pueda encontrar consuelo en que el Paris Saint-Germain y el campeón reinante Chelsea también capitularon ante el embrujo que el Madrid saca en los momentos de apremio.

El Madrid no se aburre de apelar a la épica y que sus rivales se queden tiesos ante fulminantes ráfagas de goles.

Todo parecía sentenciado a favor del City, victorioso 4-3 en la ida la semana pasada. El gol de Riyad Mahrez a los 73 daba el margen para evitar sofocos en la agonía. Jack Grealish estuvo a centímetros de aumentar la diferencia.

UN CAMBIO CLAVE

Pero todo ello fue un preámbulo para la actuación de Rodrygo, quien ingresó por el agotado Toni Kroos para darle chispa al ataque merengue.

Anotó el primer gol, anticipándose para rematar un centro de Benzema luego de un momento de desconcentración de la defensa del City. Segundos después, apareció con la testa en medio de una poblada área para empujar un balón de Dani Carvajal que Marco Asensio peinó en primera instancia.

Otra vez, la fe movió montañas en el Bernabéu.

SIN EXPLICACIONES

«No es tan simple explicarlo», dijo el técnico madridista Carlo Ancelotti. «Cuando todo el mundo pensaba que el partido estaba acabado ha sido suficiente un pequeño detalle, una buena combinación y el gol de Rodrygo».

«Hemos puesto toda nuestra energía. Para ganar este tipo de partido tienes que tener un poco de suerte», añadió.

El diario deportivo Marca lo resumió con el titular de su portada el jueves: «Que baje Dios y lo explique».

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