Por: Giovany Emanuel Coxolcá Tohom

Cada 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Esta fecha se estableció el 23 de diciembre de 1994, durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo. Para Mesoamérica es un gran aporte al conocimiento ancestral los estudios del académico mexicano Miguel León-Portilla.

Con el encuentro entre la lengua española y las prehispánicas es posible aventurar que don Quijote salió, sin que Cervantes lo supiera, en busca de los códices que resguardaban las memorias de Ixmukané. En esa búsqueda los años se volvieron décadas, las décadas acumularon siglos, y el ingenioso hidalgo transmigró a distintas épocas, hasta que, en el Siglo XX, Miguel León-Portilla, encontró el camino para llegar a la herencia mesoamericana.

Decidí titular estas reflexiones en Kaqchikel. La traducción es la siguiente: “El río que nos lleva al corazón de antiguas voces”, en alusión a El destino de la palabra De la oralidad y los códices mesoamericanos a la escritura alfabética, escrito por León-Portilla, publicado por el Fondo de Cultura Económica y El Colegio Nacional, en 1996.

A más de cuatro siglos de la invasión europea al “nuevo mundo” —para esta expresión no se debe prescindir de las comillas y las minúsculas— es urgente integrar a nuestras formas de vida y pensamiento el legado de las civilizaciones mesoamericanas.

Dejando a un lado las postales para las oficinas de la burocracia y los güipiles para usos pintorescos, cuando no siniestros, en reuniones oficiales, debemos referirnos a Miguel León-Portilla como uno de los intelectuales más importantes de nuestro tiempo, y de tiempos venideros. Le entregó su vida al estudio de la cultura de nuestros ancestros. Sus investigaciones son parte de los libros vivos, de vigencia permanente para conocernos y reconstruir la historia de nuestros pueblos, sin sesgos ni paternalismos estatales, y un invaluable aporte para las generaciones venideras.

Quienes conservan los idiomas mesoamericanos: Náhuatl, Kaqchikel, Q’eqchi’, Mam, o K’iche…, quienes conservan la poesía, los cantos, las proezas, las enseñanzas de tiempos que los códices se llevaron a la hoguera, son una genuina muestra de resistencia, y quienes emprendieron la tarea de rastrearlos en las inscripciones jeroglíficas, registros coloniales y testimonios verbales, nos recuerdan la responsabilidad que tenemos de conectar los desafíos que afrontamos en estos tiempos con nuestro pasado.

Aunque para algunos ya es lugar común decirlo e insistir en ello es seguir las coordenadas de fundamentalismos contemporáneos, hay que anotarlo una vez más: la llegada de los españoles implicó la destrucción de miles de códices desde el sureste de México hasta Nicaragua, pese a este hecho, el conocimiento astronómico, el calendario alineado al movimiento de los astros, como la siembra, perduran en los pocos documentos rescatados por quienes no siempre encontraron impiedades en las culturas prehispánicas.

Quienes ejercen la docencia en las aulas de la secundaria y universitarias tienen el compromiso de poner en contacto a la población estudiantil con El destino de la palabra De la oralidad y los códices mesoamericanos a la escritura alfabética y otros libros que no reducen a folclor la herencia de nuestros antepasados. Fomentar el interés por conocer la naturaleza heterogénea de nuestra identidad debe ser uno de los objetivos centrales de las instituciones educativas en estos tiempos de sobreinformación virtual.

Si en el pasado, el Náhuatl fue la lengua franca de Mesoamérica y las culturas existentes llegaron a conformar un conglomerado cultural con vínculos estrechos en su diversidad, en nuestro tiempo, la labor consiste en actualizar tales vínculos entre los pueblos, anulando, al menos en el plano educativo y cultural —y eso ya es mucho decir— las fronteras geográficas y políticas, impuestas por quienes despedazaron nuestro continente.

Francisco entre lobos, de Marco Politi
En este libro, Marco Politi, periodista especializado en temas eclesiásticos, va más allá de los gestos fuera de protocolo y las frases polémicas recogidas por la prensa para mostrarnos la verdadera transformación que el papa Francisco, uno de los líderes más influyentes del planeta, busca llevar adelante en la iglesia católica cuya labor se encamina a reformar las estructuras del catolicismo romano, el estilo de vida de sus instituciones y la aproximación de la iglesia al mundo contemporáneo.

Los muros de Zapata, Víctor Soler Claudín
Se trata de una recopilación de más de 150 fotografías que retratan la influencia del héroe nacional en el pueblo mexicano, especialmente en las zonas donde el Ejército Libertador del Sur tuvo su principal actividad: Morelos, Puebla, Oaxaca y el sur de la Ciudad de México. El retrato de Zapata como historia gráfica funge como recuerdo del caudillo mexicano como constante incitación a continuar la lucha por sus ideales. Cada una de las secciones prioriza la fotografía como espacio de encuentro entre caudillo y pueblo.

Sombras en el arcoíris, de Mónica Brozon
Constanza conoce a Jero como nadie. Ella sabe que su hermano mayor es distinto a otros chicos, lo supo mucho antes de que él se lo contara. Compartir ese secreto la hace sentir única en el mundo, aunque también preocupada. Ahora Jero está enamorado y ha decidido revelar a sus papás sus sentimientos. Sombras en el arcoíris aborda un tema poco tratado en la literatura infantil, y lo hace desde el punto de vista de una niña de diez años, quien se cuestiona acerca de lo que nos hace diferentes y la violencia que algunos sufren por ser o pensar distinto.

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