Por JAKE COYLE
TORONTO
Agencia (AP)

Meter a la fuerza a la actriz Tatiana Maslany en el maletero de un auto fue la experiencia que sacó a Nicole Kidman de sí misma y la enfocó en su papel en “Destroyer”, un brutal thriller sobre la policía de Los Ángeles.

“La estaba metiendo en el maletero de ese auto y pensaba: ‘¿qué diablos es esto?’”, recordó Kidman durante el estreno de la película en el Festival Internacional de Cine de Toronto.

Por más que ya estemos acostumbrados, las transformaciones de Kidman la sorprenden incluso a ella misma. Y como ha sido tantas veces el caso, su poder de metamorfosis tiene nuevamente maravillado al público de los festivales y a la actriz de 51 años de vuelta entre las posibles contendientes al Oscar.

En “Destroyer”, de Karyn Kusama, Kidman luce casi irreconocible en el papel de Erin Bell, una ruda detective a la que le queda poca voluntad para la policía o la vida. Su voz es casi un suspiro, su piel una máscara seca y demacrada por el sol, los ojos fríos y vacíos, y además bebe mucho.

La película, que Kusama realizó al estilo de “Taxi Driver” de Martin Scorsese, coloca a esta antiheroína en el corazón de un género de suspenso que suele ser dominado por los hombres.

Lo que ha convertido a Bell en un fantasma es lo que impulsa a “Destroyer”. La cinta transcurre entre la investigación actual por un asesinato y una operación encubierta previa. En sus flashbacks, Kidman se ve más como ella, hermosa y animada, lo que subraya aún más el drástico cambio del personaje.

Pero para Kidman lo más difícil no fue la parte exterior del personaje, sino su oscuridad interior.

Kidman coprotagoniza otra película en el Festival de Toronto: “Boy Erased”, en la que interpreta a la madre de un joven (Lucas Hedges) obligado a recibir terapia para dejar de ser gay. Aunque esa película también ha recibido reseñas favorables, parece que es más probable que su actuación en “Destroyer” le dé su quinta nominación al Oscar. Su primer Premio de la Academia lo ganó en 2002 por “The Hours” y la más reciente nominación llegó el año pasado por “Lion”.

Kidman se comprometió a trabajar con directoras al menos una vez cada 18 meses. Esta es su primera colaboración con Kusama, cuyos créditos incluyen “Girlfight” y “Jennifer’s Body”, y ella misma buscó el papel, escrito por Phil Hay y Matt Manfredi. Kusama recordó la escalofriante actuación de Kidman en una escena dramática en la que Bell se da cuenta de que algo terrible ha ocurrido.

Los cineastas eligieron filmar los flashbacks con una Bell más joven, una decisión que Kidman reconoció que la desconcertó al principio.

Estaba sentada viendo los últimos 15 minutos de la película, pensando ‘¡Dios! ¿Esa soy yo?’. Y es raro porque la vi y se siente casi como un sueño, pues fue muy diferente para mí existir en ese lugar.
Nicole Kidman, actriz

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