Por Salazar Ochoa

En ocasión de la conmemoración de los 70 años de la entrega del Premio Nobel de Literatura a la escritora chilena Gabriela Mistral, la Embajada de Chile en Guatemala invita a una conferencia dictada por Rodrigo del Pozo, destacado académico, quién en los últimos 10 años se ha destacado por investigar la vida y obra de Mistral, específicamente en su labor política junto a la poética y rescatando distintas obras, cartas, artículos etc., que ella escribió y los cuales ha recopilado en dos libros que resumen sus investigaciones sobre Mistral.

La conferencia es esta noche a partir de las 19:00 horas en Librería Sophos, Plaza Fontabella, zona 10 ciudad de Guatemala, entrada libre. La Hora conversó con del Pozo para conocer más sobre sus investigaciones alrededor de una de las escritoras más importantes de Latinoamérica y el mundo.

¿Qué te llevó a estudiar desde la academia a Gabriela Mistral?

En primer lugar las circunstancias. Me pasó lo que probablemente a cualquier chileno, salí del colegio y no conocía mucho a Gabriela Mistral. Solo sabía de ella que había sido profesora y que había escrito poesía infantil y no mucho más que eso.

Fue más bien en la universidad donde estaba estudiando literatura y en donde llegaron a mis manos algunas antologías sobre textos en prosa de ella, otra arista de su obra. Fue allí donde me encontré con textos de mucha vanguardia, había discusiones planteadas por Mistral en la década de los años 20 del siglo pasado y del 30 que no habían sido resueltas hasta el día de hoy. Hablo de su defensa de la igualdad de género, la labor de la mujer en la política, la defensa de los derechos indígenas, los derechos del niño, entre otros y que me daban la impresión de que eran temas fundamentales que no se conocían en la sociedad chilena y eran y son temas frágiles en Latinoamérica todavía.

Allí empezó esta sensación de que había que hacer cosas como para expandir el mensaje. En el año 2007 murió Doris Dana, la albacea estadounidense de Gabriela Mistral quien en el momento de su muerte deja en herencia a su sobrina Doris Atkinson. Atkinson encuentra en el sótano de una casa que había pertenecido a su tía, seis baúles con manuscritos y cuadernillos de Gabriela Mistral.

A partir de ese descubrimiento se organizó un sistema para hacer una donación al Gobierno de Chile de todo este legado y en ese momento yo estaba en la universidad con el profesor Luis Vargas Saavedra quien es un mistraliano de larga carrera y estuvimos trabajando con unas cartas de Mistral cuando lo convocaron a él para trabajar con este legado inédito, él me incluyó a mí en su equipo de trabajo. Fue estar en el lugar correcto en el momento correcto porque a pesar de que ya tenía el interés de trabajar con Gabriela Mistral, la aparición de este legado que está compuesto por más de 40 mil manuscritos me empujó a hacer lo que hago ahora.

Tomado en cuenta lo difícil que era la época en que le dieron el Premio Nobel a Mistral, el hecho de que se discutieran los temas que ella proponía políticamente, ¿Por qué la tomaron en cuenta para darle el máximo reconocimiento literario a nivel mundial?

Por lo mismo, creo que precisamente esa es la razón. El Nobel de Literatura ella lo recibe en 1945 cuando no se ha otorgado el premio durante algunos años producto de la Segunda Guerra Mundial y esto que voy a hacer es una interpretación pero imagino que la Academia Sueca tiene un poco de horror en dárselo a algún escritor europeo o norteamericano porque ellos pertenecen a las culturas que en corto plazo han cometido las aberraciones más grandes.

De alguna manera, con eso colocan el foco de atención en otro lugar. En este caso al otro lado del mundo en el llamado «tercer mundo» y en ese sentido encontrar a una escritora, mujer como Gabriela Mistral, que también había vivido en Europa mucho tiempo por sus labores diplomáticas, ella era conocida en los círculos intelectuales europeos y norteamericanos. O sea a pesar de que era latinoamericana, tenía una fuerte participación dentro de los círculos establecidos de la literatura a nivel mundial y era muy reconocida. De alguna forma limpia un poco la imagen de la humanidad que acababa de cometer los horrores más grandes de la historia pero al mismo tiempo es una escritora que tiene un discurso muy de vanguardia incluso para los europeos, quiero decir, no están cayendo en algo obsoleto o vetusto sino están teniendo la oportunidad de mirar hacia un «mundo lejano» pero con una actualidad y vigencia en su discurso.

Siempre hay algo de político con la Academia Sueca cuando se trata de otorgar estos premios y en ese sentido ellos dan en el clavo otorgándoselo a una mujer latinoamericana con temas tan oportunos.

¿Qué faceta literaria es la que menos se conoce de Gabriela Mistral?

Me da la impresión que los aspectos políticos de ella son los menos reconocidos, se le reconoce mucho como poeta y como poeta relacionada a los niños y a la educación, una persona que escribe para niños, lo cual a mí me parece fantástico pero creo que sus aspectos políticos, su relación con las tendencias indigenistas y su visión latinoamericanista son lugares que son muy importantes dentro de su obra, trascendentales y transversales también pero que no están abordados a gran escala, ni desde la academia ni desde otros lugares, falta un poco allí.

¿Qué tanto se lee a Gabriela Mistral en Chile en la actualidad?

Creo que no mucho pero no porque sea algo particular en contra de Gabriela Mistral. Los programas de lectura que tenemos hacen que haya muy poco contenido en ese sentido. También tiene algo que ver la imagen que se ha cultivado de Gabriela Mistral, un poco de lo que decía anteriormente de la profesora rural que escribe poesía infantil, lo cual a pesar de que no es incorrecto puede haga poco atractivo acercarse a ella. Muchas veces se decide ir a leer a Pablo Neruda, poetas un poco más de moda como Nicanor Parra o cosas así antes de ir a Gabriela Mistral. Al mismo tiempo esta imagen construida de Mistral hace que los mismos planes de lectura se dejen un poco de lado.

De hecho los planes de lectura en Chile son malos y creo que esa es la principal razón, de hecho a Neruda tampoco se lo lee mucho. Realmente nadie lee en Chile, hay una élite del 8 o 10 % que lee constantemente y el resto lee un libro cada diez años.

Tenía la idea impresión que eran un pueblo latinoamericano con mejores condiciones en ese sentido…

No, las estadísticas son terribles, un 70% de los adultos no entienden lo que leen y no son capaces de seguir instrucciones escritas, algo fatal y eso tiene que ver con la política neoliberal impuesta en los años 80 de la dictadura que dieron continuidad a una situación en donde la cultura se ve como el dinero que yo tengo para gastar, no es una cultura que tenga que ver con los libros.

El modelo neoliberal impone un ritmo que hace que todo se quiera rápido y lamentablemente la literatura no se hace rápido entonces por supuesto que queda desplazada en ese sentido. Los números vistos desde afuera a veces pueden sonar más atractivos pero la situación cultural y educacional en Chile es muy lamentable.

Envidio llegar acá o ir a Argentina u otros países de Latinoamérica y darme cuenta lo enaltecidas que están sus figuras culturales y lo destruidos o el paradigma contario que tenemos en Chile de cómo se ningunea y cómo se destruye a nuestras identidades culturales. Personajes como Neruda o Gabriela Mistral, sí están bien y se ponen en un billete pero luego pregúntale a cualquier chileno cuál es su poema favorito de cualquiera de los dos y yo te diría que muy pocos te van a poder dar una respuesta.

Quizá has interpretado una imagen no tan real. Aquí todos podrán hablarte de Miguel Ángel Asturias pero si les hacés la misma pregunta es probable que muchos jamás hayan leído un libro suyo.

«Realmente nadie lee en Chile, hay una élite del 8 o 10 % pero el resto lee un libro cada diez años.»
Diego del Pozo

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