Tomado de UNFPA Oficina Regional para América Latina y el Caribe – LACRO

En la Conferencia Mundial de Población y Desarrollo de el Cairo de 1994, los países de la región Americana asumieron un fuerte compromiso y han venido implementando políticas de salud sexual y reproductiva que permitieron importantes conquistas sobre el indicador de Necesidades Insatisfechas de Planificación Familiar (segundo objetivo transformador de UNFPA y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.7). Tales esfuerzos permitieron llegar al 2020 con un nivel de Necesidades Insatisfechas de Planificación Familiar de 11.4%. Pero a partir de marzo de 2020 la pandemia viene afectando el acceso a la anticoncepción en la región por dos vías: porque impacta sobre la provisión pública y porque impacta sobre la capacidad de las personas para adquirir los métodos modernos en las farmacias con sus propios recursos.

UNFPA con apoyo de ForoLAC ha evaluado ambas disrupciones concluyendo que 17 millones de mujeres en la región se verán forzadas a interrumpir el uso de métodos anticonceptivos. De ellas, 13 millones lo harán porque tendrán dificultades para obtenerlos en los servicios públicos de salud y 4 millones por imposibilidad de pagarlos en las farmacias privadas.

Como resultado, luego del COVID-19 el porcentaje de mujeres con Necesidades Insatisfechas de Planificación Familiar retrocedió 27 años pasando de 11.4% a 16.3%.

En Guatemala, UNFPA preliminarmente ha identificado que la Pandemia de COVID-19 afectará al acceso a los anticonceptivos modernos tanto por la vía de las dificultades en el abastecimiento y provisión pública como por las dificultades de las mujeres para adquirir los anticonceptivos con sus propios recursos en farmacias. Dos de cada diez mujeres que discontinuarán el uso de anticonceptivos en el país lo harán afectadas por una retracción de los ingresos familiares. Mientras que más de ocho de cada diez mujeres que, durante la pandemia discontinuarán el uso de anticonceptivos modernos, lo harán por dificultades de aprovisionamiento en los servicios públicos de salud.

En ambos canales de provisión (público y privado) el impacto sobre el acceso registrado en Guatemala resulta relativamente menor, debido a que también lo es la proporción de usuarias de métodos anticonceptivos de corta duración. El impacto del COVID-19 sobre el acceso a los anticonceptivos modernos se registra en los métodos de corta duración (condones, anticonceptivos orales e inyectables) puesto que quienes se protegen con métodos permanentes y/o con métodos reversibles de larga duración (como implantes subdérmicos y dispositivos Intrauterinos) no resultan afectadas ni por la disrupción en la cadena global de abastecimiento, ni por la disminución de ingresos de los hogares. En ese sentido, Guatemala presenta una vulnerabilidad apenas menor que el promedio de la región puesto que un 48 % de las usuarias de métodos anticonceptivos modernos utilizan métodos de corta duración, mientras que en el promedio regional la proporción es del 57%.

Resulta importante estimar como se hicieron los cálculos de la gráfica anterior y el documento de UFPRA no los proporciona y lo detallamos a continuación tal como ellos lo describen.

Para estimar la retracción de las ventas en farmacias se utilizó un modelo econométrico que mide como el incremento de la población pobre (viviendo con $3,2 diarios o menos) afecta la adquisición de métodos anticonceptivos modernos en farmacias. A partir de las proyecciones de la CEPAL, se consideró que, como consecuencia de la crisis económica vinculada a la pandemia, la proporción de población pobre en Guatemala subirá, durante 2020, del 48.6% al 50.5%. Esto representa que se espera, para 2020, una disminución de ventas de anticonceptivos modernos en farmacias equivalente a 4.100 Años Pareja Protegida. Años Pareja protegida es una unidad de medida que permite sumar los diferentes métodos anticonceptivos modernos, en una unidad común, que se compone de la cantidad de cada método requerida para proteger a una pareja de embarazos no intencionales durante un año entero.

Lo anterior significa que 9.111 mujeres, que venían adquiriendo sus anticonceptivos modernos de corta duración en farmacias de Guatemala discontinuarán su uso durante 2020 como consecuencia del COVID-19.

Para estimar las restricciones en el acceso a los anticonceptivos a través de la provisión pública, se utilizó información provista por ForoLAC a través del relevamiento desarrollado desde el Sistema de Precios de Medicamentos e Insumos (SEPREMI) que identificó cantidades de cada insumo disponibles, compras públicas en curso y consumos mensuales de cada anticonceptivo. Las dificultades de adquisición y provisión pública equivalen a 21.850 Años Pareja Protegida. Esto representa un total de 48.556 mujeres que venían recibiendo sus anticonceptivos modernos de corta duración en servicios públicos de salud de Guatemala y discontinuarán su uso durante 2020 como consecuencia del COVID-19.

Sumadas las mujeres que tendrán restricciones de acceso por ambas vía (provisión pública y adquisición privada) un total de 57.667 mujeres de Guatemala discontinuarán el uso de métodos anticonceptivos modernos. Si se considera que en el país había, antes del COVID-19 alrededor de 2.038.100 de usuarias de métodos anticonceptivos modernos8, se puede concluir que el COVID-19 generará una retracción en la prevalencia de métodos anticonceptivos modernos del orden del 3%.

El documento finalmente concluye que: Guatemala venía registrando conquistas sostenidas en el indicador de Necesidades Insatisfechas de Planificación Familiar. Las proyecciones de Naciones Unidas posicionan al país en 2020 unos cuatro puntos por encima del promedio regional (15.4% contra un promedio regional de 11.4% en 2020) y permitieron destacarlo como uno de los países donde resultaría más viable alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.7 que se propone llevar el indicador a cero en 2030. Se ha estimado que para alcanzar ese objetivo la inversión pública en provisión de anticonceptivos debería incrementarse en forma sostenida hasta llegar a un incremento total del presupuesto a 2030 debiera ser del orden del 163% con respecto al monto asignado en 2018, asumiendo que el Gobierno Nacional garantizaría cobertura y provisión al 60% de las usuarias del país.

Sin embargo, el COVID-19 afecta esos importantes logros del país. Las mencionadas proyecciones de Naciones Unidas estimaron que a comienzos de 2020 habría en Guatemala un total de 750.400 mujeres con Necesidades Insatisfechas de Planificación Familiar de métodos modernos (considerando a todas las mujeres de 15 a 49 años). Pero si, se suman a ellas las 57.778 mujeres que discontinuarán el uso de anticonceptivos modernos de corta duración en el país durante 2020 como consecuencia del COVID-19, el total ascenderá a finales del año a 808.178 mujeres. En conclusión, luego del COVID-19 el porcentaje de mujeres con Necesidades Insatisfechas de Planificación Familiar retrocederá en Guatemala seis años pasando de 15.4% a 16.6%.

Más información
https://www2.unwomen.org/-/media/field%20office%20americas/documentos/publicaciones/2020/04/brief%20guatemala%20covid19.pdf?la=es&vs=809

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