Arlena Cifuentes
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Claro que sí, conviene mantenernos en la oscuridad que produce la ignorancia. La inmensa mayoría de habitantes sobre el planeta tierra esperan ansiosamente la llegada de la vacuna que les inmunice contra el Covid-19 lo cual ha desatado controversia en algunos ambientes especialmente en el científico, pero nada de ello trasciende en los medios de comunicación nacionales. En lo personal, por la información y cuestionamientos que circulan unos muy bien fundamentados desconfío de ella por los riesgos que pueda ocasionar en el ser humano.

Pareciera haber una especie de acuerdo tácito en relación al abordaje de ciertos temas, como por ejemplo el del aborto que va abriéndose camino paso a paso pero con firmeza con el fin de conseguir su aprobación por las correspondientes legislaturas. Latinoamérica es un objetivo importante, para quienes impulsan el esfuerzo como parte del proyecto globalista por deshumanizar aún más a los pueblos, con un porcentaje de población mayoritariamente cristiana-conservadora de ahí que en Argentina ya fue aprobada y en México sin duda alguna sucederá lo mismo. De esta manera se irá cayendo en las fauces de este proyecto transhumanista al que muchos se resisten ver y menos aún aceptar. Por otro parte varios países de América Latina están sumidos en una crisis institucional en el que la corrupción tiene niveles de atención muy altos lo mismo que el Covid-19 temas en los cuales en la actualidad se centra la atención de los medios independientes y algún porcentaje de ciudadanía.

Hay suficiente sobre la mesa para mantenernos entretenidos, mirando hacia donde ellos quieren que miremos lo cual nos impiden abstraernos de estos asuntos igualmente importantes. Me decía alguien que para abordar el tema de la vacuna debe de manejarse suficiente información, este es uno de tantos argumentos que se podrían esgrimir y utilizar como excusa para dejarlos de lado o bien por el miedo a que se nos condene, tilde de irresponsables o ignorantes. No importa de que se nos señale, lo importante es no permanecer indiferentes, aceptando ser parte de la trama. Ojalá y estuviésemos equivocados.

El cuestionamiento más importante que se le hace a la vacuna es que persigue provocar cambios genéticos en el ser humano los cuales se afirma serán irreversibles. Las consecuencias o efectos colaterales que provoquen las vacunas ARNm (Pfizer, MODERNA, Sputnik V) no podrán ser tratados, los cambios genéticos serán permanentes. En Suiza se ha frenado su aprobación porque para ellos la seguridad de la población es prioritaria, se preguntan porqué las farmacéuticas obligan a los países a firmar un acuerdo que les exime de toda responsabilidad en caso de que produzca efectos no deseados.

La Sagrada Consagración para la Doctrina de la Fe publicó el pasado mes un documento sobre la “moralidad del uso de células humanas para la fabricación de algunas vacunas a partir de fetos abortados”. Es ilícita su elaboración a partir de esta forma.

Dentro de este esquema de globalidad el poder político se compra por paquete, pues el objetivo es estandarizar el pensamiento. Los estados funcionan a partir de lineamientos ya aprobados. Las naciones se constituyen en obstáculos porque cada una tiene diferentes leyes lo cual es un impedimento para la estandarización. Se trata de establecer un Estado intervencionista que restrinja nuestra libertad y privacidad. La vacuna es una pieza vital para iniciar el llamado reseteo estamos ya caminando hacia ello a través del control de la tecnología y su rastreo y si no veamos el caso del uso del WhatsApp e Instagram que a partir de febrero su política de privacidad será actualizada por lo que en los próximos días estaremos sometidos al control total de nuestra información y podrán utilizarla como ellos quieran. Se trata de que la inteligencia artificial reemplace a la voluntad del ser humano.

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