Dr. Julio Roberto Bermejo González

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* Julio Roberto Bermejo González

La corrupción ha avanzado en forma sorprendente en nuestro país. La Corte Suprema de Justicia ha hecho grandes manifestaciones de conducta corrupta y es evidente que ha emitido resoluciones que encubren y protegen a Funcionarios y Diputados cuyas actuaciones probadas son merecedoras de que se les levante esa desprestigiada protección llamada antejuicio. Debe recordarse que cuando se eligió a los actuales miembros de la Corte Suprema se pusieron de manifiesto muchas anomalías e irregularidades en contra de algunos candidatos a integrarla. No obstante se integró y ahora se están viendo las consecuencias de falta de honorabilidad y consistencia en las resoluciones que se dictan. Desde hace varios meses esta frenada la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia. El Ministerio Público –a través de la FECI- puso al descubierto que algunos candidatos -independientemente de muchas anomalías en su nominación- habían tenido contactos y sin lugar a duda adquirido compromisos con ese nefasto personaje – Gustavo Alejos –. Como los candidatos corruptos están descalificados, el Congreso de la República se resiste a elegir candidatos capaces y honorables, porque aquellos serían los que protegerían con resoluciones ilegales.

La CICIG realizo un gran trabajo combatiendo la corrupción, pero lamentablemente los funcionarios y empresarios corruptos se vieron amenazados y el Gobierno de los Estados Unidos se negó a sostenerlo y tuvo que salir del país. El Embajador Luis Arriaga se arrepintió de no haber podido evitar su expulsión del país. Pero la FECI sigue trabajando y ojalá que la señora jefa del Ministerio Público capte la intensidad de los “nuevos vientos” y perciba que la política de los Estados Unidos y la de los países democráticos de Europa está cambiando. Si cambia su actitud de debilitar y frenar la acción de la FECI quizás logre evitar que no se le prohíba entrar a los Estados Unidos. Muchos Diputados también están en la mira –algunos mucho más o igual de corruptos que Alejos –

La corrupción está minando la libertad, la independencia y el desarrollo del país y de esto está tomando clara conciencia la comunidad democrática y un ejemplo de ello es la actitud que ha adoptado el Grupo de Donantes en Guatemala (G13), integrado por Estados Unidos de América, Francia, Italia, Reino Unido, Grecia, Suiza, la Unión Europea y el sistema de Naciones Unidas. Estos países e instituciones comprenden que Guatemala no podrá impulsar su desarrollo político, social y económico si impera la corrupción y la impunidad, estando todos conscientes que la cooperación internacional a nuestro país se diluya en corrupción y que los corruptos- funcionarios o sectores empresariales –gocen de impunidad. El funcionario que pide o acepta y el empresario que da o pacta realizar un trabajo mediocre, ambos son corruptos. Los corruptos hacen gala de no entender que el país está agobiado y que están abusando de nuestra paciencia. Con toda razón se señala y necesitamos otra vez, un 20 de octubre. Guatemala, lo merece.

El Presidente Giammattei tiene un alto grado de responsabilidad en la corrupción que está afectando al país porque tiene conocimiento de los graves actos de corrupción en que están envueltos los funcionarios que ha nombrado y sin embargo no los sustituye. Esta tolerancia es su pecado. Al tomar posesión del cargo quiso brindar una esperanza al pueblo de Guatemala de que no toleraría corrupción y a los pocos meses la situación sigue igual o peor. El pueblo está cansado de promesas y que se le engañe. Este Presidente tampoco comprende que la tolerancia tiene un límite y que los vientos pueden cambiar y llevarlo a su fracaso.

El Congreso de la República requiere un comentario especial. Se integró y principalmente sus elecciones internas, se han realizado dentro de un clima de desorden y corrupción de dimensiones espantosas. Tuvo una desdichada intervención el Presidente Giamattei, dejando en grave compromiso su credibilidad, porque a todas luces con su apoyo el sector menos calificado tomo el control del Congreso. Se sabe que el Congreso de la República no está integrado por los políticos mejor calificados por la sociedad guatemalteca y por ello es que hay un clamor de que los Partidos Políticos asuman una posición de verdadera representación de la voluntad popular. Debe reducirse en el número de sus integrantes, ochenta diputados creo que sería suficiente. El Congreso se niega a integrar la nueva Corte Suprema y a los Magistrados y Jueces cuya elección le corresponde y ello es contrario a la democracia, a la transparencia y al equilibrio institucional del país.

Doctor en Derecho*

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