Adolfo Mazariegos

Politólogo y escritor, con estudios de posgrado en Gestión Pública. Actualmente catedrático en la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos de Guatemala y consultor independiente en temas de formación política y ciudadana, problemática social y migrantes. Autor de varias obras, tanto en el género de la narrativa como en el marco de las ciencias sociales.

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Adolfo Mazariegos

Los avances de la ciencia y la tecnología en el mundo actual constituyen asuntos que a veces percibimos como cuestiones que van de la mano, y aunque probablemente así sea hoy en día, no puede aseverarse que siempre haya sucedido de tal manera, dado el grado del desarrollo que ha caracterizado cada etapa de la historia humana y tomando en consideración que la génesis de la ciencia, usualmente, ha sido la necesidad de satisfacer determinadas inquietudes, aunado a experiencias previas que luego van dando paso a la sistematización del conocimiento en áreas diversas y a veces complejas. En ese sentido, hoy día la humanidad, en términos generales, se encuentra ante disyuntivas cada vez mayores que van desde lo ético y lo moral, hasta planteamientos que cuestionan hasta dónde será capaz el ser humano de llegar en función de lograr, con fines diversos y a veces disímiles, esos avances y desarrollo científico-tecnológico con que convivimos en el mundo prácticamente a diario y sin darnos apenas cuenta de ello. Muchas son las elucubraciones que pueden esbozarse al respecto, no obstante, lo cierto es que aunque así suceda, o aunque dicha temática las más de las veces sea de interés para grupos específicos o reducidos, tarde o temprano todos nos vemos alcanzados de alguna manera por esos avances: los teléfonos celulares, los robots, la inteligencia artificial o la manipulación genética, son sólo algunos ejemplos reales de ello. Asuntos que tan sólo diez años atrás eran una suerte de ciencia ficción que muchos veíamos aún lejana, han empezado a cobrar vida vertiginosamente, de forma acelerada, y con efectos aún inciertos cuyo debate se va tornando necesario de cara a la realidad de un futuro cada vez más cercano. En China, por ejemplo, han nacido ya los primeros bebés manipulados genéticamente, lo cual encendió las alarmas en prácticamente el mundo entero en torno a lo que para unos es correcto y para otros no; en Estados Unidos, un empresario multimillonario de origen sudafricano (Elon Musk) perfecciona sus propios cohetes espaciales con los que espera, en pocos años, llevar humanos a Marte, lo cual se avizora bastante factible dados los resultados que él y otras instancias en el mundo han conseguido recientemente; en Dubái (según ha trascendido en distintos medios globales) la policía empezará a utilizar motos voladoras tripuladas (drones) para patrullar sus calles y entornos, algo que hace pocos años veíamos únicamente en películas y series de televisión que quizá estaban basadas en los pensamientos visionarios de personajes como Verne, Asimov o H. G. Wells… Hablar de ficción convertida en realidad probablemente parezca un disparate, poco serio, pero si vemos en retrospectiva el devenir de la historia humana y particularmente de los últimos años, nos encontraremos con que más allá de nuestras convicciones o creencias personales, el mundo, ciertamente, ha dado saltos científico-tecnológicos impresionantes en los que bien valdría la pena reflexionar… Nunca se sabe.

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