Grecia Aguilera

Desde el punto más lejano del Universo hasta el sentimiento más recóndito de su corazón, Luis Domingo Valladares Molina ha logrado captar y describir con palabras las diferentes facetas de su intensa vida, recopiladas de manera lírica en su poemario titulado «Momentos y Soledades». Este libro pequeño en tamaño pero grande en añoranzas, emociones e inquietudes luce en su portada una fotografía del autor señalando con el dedo índice su frente, quizá una forma de valorar el conocimiento humano, como lo hacían los antiguos filósofos griegos y romanos, o talvez recordando al Rey Salomón cuando pidió a Dios sabiduría. Cada verso escrito dentro de este poemario es como una hebra entretejida que forma parte de la vida de Luis Domingo, porque así es él intrínseco y apasionado; lúcido y contradictorio; todo lo pone en duda pero a la vez todo lo confirma. En cada uno de los poemas encontramos una realidad, una pequeña historia que se enreda y desenreda; encontramos momentos y soledades que llegan a nuestra alma. Esta colección de versos es para mí además de poesía, una serie de diminutos razonamientos que exponen y demuestran el sentir de Luis Domingo. Al abrir el libro, leo que el autor expresa de manera concisa que en «Esos momentos de nuestra vida que nos sentimos solos… Y buscamos compañía que comparta esa soledad… Encontré un lápiz y un papel. El resultado, bueno o malo, es sincero.» Así en su poema titulado «Algo» dice «Hay algo que decir yo quiero,/ que es algo que decir no puedo./ Hay algo por lo que vivo,/ que es algo por lo que muero./ Ese algo que me tiene loco,/ ese algo me mantiene cuerdo./ Ese algo que es lo que odio,/ ese algo es lo que quiero.» Su preocupación por el porvenir la hace evidente cuando escribe «Adiós…/ hasta mañana/ ¿Habrá mañana?» Asimismo anota «Siento un vacío intenso/ en mi vida diaria./ Busco un no sé qué/ en mi existencia sorda.» Uno de los poemas que me hace reflexionar es su análisis lírico del tiempo que expresa «Tiempo que naces ¿En dónde?/ Tiempo que mueres ¿Cuándo?/ Tiempo que Ayer fuiste Hoy./ Tiempo que Serás y ya Eres./ Tiempo…/ Tiempo… Vida.» Y su composición lírica a la Soledad manifiesta «El llanto de la soledad… tan amargo./ Sentir ese vacío intenso de tumba./ Nadie responde… nadie acude./ Siempre esa soledad./ Ese intenso silencio./ Ese querer ser y no querer ser./ Nadie escucha./ Gimo… lloro./ Silencio… siempre el silencio./ Vibran mis sentidos… no tienen respuesta./ Quiero callar… y vivo en un grito./ Un grito de angustia./ Un grito eterno de soledad… Soledad.» Luis Domingo Valladares Molina nació el 31 de julio de 1932. Se ha destacado como periodista, primer actor y gran líder en la divulgación de la cultura. En el año 2011 el Gobierno de la República de Guatemala le confirió la Orden del Quetzal en el Grado de Gran Cruz por su «Vasta labor cultural desde el programa Cuestión de Minutos y por promover la escenificación de varias obras teatrales de autores guatemaltecos, además de la labor que desempeñó como Director General de Bellas Artes, creando el Departamento de Letras y logrando becas de estudio para los distintos artistas guatemaltecos; y que como actor se destacó en varias presentaciones en Guatemala y México.» Al cumplir sus 85 años de edad, Luis Domingo nos dice «Se han ido muy rápido, como un suspiro, he tenido como todo el mundo penas y grandes alegrías.» A los jóvenes les aconseja «Lo más importante en la vida es ser uno mismo, luchar por las creencias de uno contra viento y marea. Muchas veces el apoyo de los padres es muy importante, pero en algunos casos no es fundamental. Se tiene que tener la suficiente entereza para decir yo quiero llegar hacer esto, hacerlo y seguir adelante.» Luis Domingo agrega «La primera edición de mi libro se publicó en el año 1954 y la presente edición salió a luz en este 2017, pero los momentos y soledades de mi vida siguen vigentes.»

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