Lic. Douglas Abadía Cárdenas
douglas.abadia@gmail.com

Desde el punto de vista de las diferencias, el marketing político posee importantes particularidades derivadas de la propia naturaleza del campo al que se aplica: La política.

En el mundo comercial la lógica del marketing tiene como objetivo principal la “satisfacción de una necesidad”. Una necesidad de consumo con un valor simbólico vinculado a los gustos y preferencias de los principales compradores.

En la esfera política la lógica de mercado tiene como objetivo la “elección de una alternativa” que presenta una significación simbólica más profunda, referida al sistema de valores de los electores.

A diferencia del consumidor que selecciona bienes y servicios; el votante que ejerce su opción electoral tiende a hacerlo en virtud del grado de adecuación de la propuesta política a sus ideas e ideales. En consecuencia, puede concluirse que “vender un candidato” no equivale en absoluto a “vender un electrodoméstico” distinción esencial es que su naturaleza supone la promoción de un candidato de elección popular en un proceso democrático y competitivo. Se tiene que tener claro el qué, (la propuesta de fondo), para después darle forma al cómo de la política, es decir la publicidad política.

El marketing político con sus técnicas propone vender un paquete conformado por “ideas materializadas (promesas), un partido político, un candidato y un programa de gobierno” que conjuntamente integran “el producto” que se ha de ofrecer al mercado político (electores, votantes, ciudadanos).

The American Marketing Asociation, en 1985, definió el término marketing como “el proceso de planificar y de concebir, el precio, la promoción y la distribución de ideas, bienes y servicios para crear intercambios que satisfagan los objetivos individuales y organizacionales”.

En este concepto, aparece nuevamente el término de “intercambio” que satisface tanto a la empresa (en el caso de las campañas electorales a los partidos y candidatos) como a los públicos (los ciudadanos), una herramienta que brinda el análisis y el conocimiento propicio de las necesidades de los ciudadanos y/o votantes para el desarrollo, el progreso y la elaboración de proyectos que beneficien a la ciudadanía.

Su principal objetivo consiste en diseñar, –en un periodo muy breve de tiempo y un proceso de alta competencia–, un candidato, su campaña, su mensaje y ofertas, buscando satisfacer no sólo las demandas de la población sino una oferta suficientemente aceptable y confiable.

Sin embargo, al conjugarse ambos términos “marketing” y “política” ha adquirido una doble connotación de aguda importancia negativa.

Continuará…

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