FOTO ARCHIVO. Durante el año, las autoridades han encontrado aeronaves presuntamente relacionadas con el narcotráfico.

POR REDACCIÓN LA HORA
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Analistas en seguridad consideran que el narcotráfico es un aliado de la corrupción y del debilitamiento de las instituciones. La intención de estos grupos de producir cocaína en el país genera preocupación.

Este día el matutino Prensa Libre, publicó el reportaje “Grupos del narco intentan producir cocaína en el país”, donde se dio a conocer información de laboratorios clandestinos y plantas de cocaína encontrados durante el estado de Sitio, implementado por el Gobierno en 22 municipios.

Carlos Menocal, exministro de Gobernación, opinó que el narcotráfico aprovecha la debilidad institucional del Estado para avanzar. El exfuncionario ejemplificó cómo en 2009 estos grupos aprovecharon la ausencia del Estado en la reserva de la Biosfera Maya, la cual se convirtió en un santuario de avionetas de narcotraficantes, pero tras la intervención de Gobernación y agencias antinarcóticas internacionales, se retomó el espacio, pero el problema se trasladó a Honduras, donde justamente recién había ocurrido un golpe de Estado.

“Hay una debilidad institucional que se refleja en la ausencia de fuerzas de seguridad en los puntos estratégicos donde el narcotráfico aprovecha para trasegar droga y esto es básicamente en la costa sur, en la Franja Transversal del Norte y en la parte norte de Petén. El narcotraficante aprovecha la debilidad institucional”, explicó.

De acuerdo con Menocal, hay otros factores que inciden para el fortalecimiento del narcotráfico, como la reducción en recursos a la investigación criminal y la ausencia del combate a la corrupción.

“Hay otros factores, una reducción sustantiva de la investigación criminal de la Policía –Nacional Civil– y en la asignación de recursos para el combate al narcotráfico y al crimen organizado. Por supuesto, también hay una reducción por parte del Gobierno para combatir la corrupción. Acuérdese que el narcotráfico va muy de la mano con la corrupción. El narcotraficante aprovecha la ausencia del Estado, la presencia fuerte de la corrupción y se vuelve un aliado del poder local”, indicó.

Por otro lado, Carmen Rosa de León, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), coincidió con Menocal, en relación a cómo la debilidad institucional y algunas decisiones del gobierno agudizan los problemas.

“Por ejemplo las medidas adoptadas por el Ministerio de Gobernación, cuando retira los J8 de la frontera con Honduras, el debilitamiento sistemático de la Policía Nacional Civil, incluso este año propuso en el Presupuesto que se recortara el 45 por ciento del Presupuesto a la lucha contra el narcotráfico, uno no se puede explicar que un Ministerio proponga reducir ese rubro, en lugar de incrementarlo”, dijo.

De León agregó: “Esto es producto del abandono que ha tenido el Estado, tanto el Ministerio de la Defensa como el Ministerio de Gobernación, en los temas de seguridad externa como interna”, argumentó.

La representante de Iepades también cuestionó la falta de identificación de las estructuras del narcotráfico, que están intentando producir cocaína.

PRIORIDADES Y RETOS

De León considera que las prioridades del próximo gobierno deberían ser el fortalecimiento de la carrera policial, la institucionalidad, recuperar a los cuadros que fueron destituidos ilegalmente y revisar cómo se desarticuló la investigación criminal.

Por su parte, Menocal detalló que se ha reducido la capacidad de investigación criminal en la PNC, además se destituyó a personal que durante su trabajo obtuvo resultados exitosos. Agregó que otro reto es generar confianza a las agencias internacionales para trabajar en conjunto, porque en este momento, el país no es confiable.

El entrevistado enfatizó en que Guatemala necesita de la cooperación internacional para dotar de recursos adecuados y modernos a las autoridades.

Por otro lado, Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), señaló que aunque el Estado debe atender los temas en seguridad, es necesario que la población también contribuya y evite algunas acciones, por ejemplo, oponerse al ingreso de autoridades a un lugar que consideran “su territorio”.

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