Varias personas de distintos perfiles fueron entrevistadas sobre la vacunación en sus comunidades. Artistas, comerciantes, líderes juveniles y migrantes concordaron en que la inmunización es vital para algún día retornar a la tan añorada “normalidad”. Asimismo, desde sus propias realidades, compartieron recomendaciones para impulsar la inmunización en los millones de habitantes que aún carecen de una primera dosis.

El Tablero COVID-19 consigna que, hasta el 10 de diciembre, 6,233,673 personas han sido inmunizadas con una dosis de la vacuna contra el COVID-19, es decir el 49.28% de la población apta a la vacuna. Por otro lado, 4,319,618 ya han completado el esquema de vacunación, representando el 34.15% % de las personas candidatas.

LA VACUNACIÓN EN ARTISTAS

Ricardo Morales, vocalista y guitarrista de Los Florifundia, consideró la vacunación como una prioridad para continuar actividades artísticas en Guatemala. Para el joven, el hecho que la vacunación de los habitantes aún no haya sido consumada implica varios obstáculos en la realización de actividades artísticas.

 

Quitarse el cubrebocas para poder interpretar una canción resulta ser riesgoso en cualquier espacio, todavía más cuando el aforo es numeroso. “Yo soy cantante, entonces me toca quitarme la mascarilla; a veces se oye que la gente se acerca demasiado, quizá a pedirte una canción o a decirte algo y a veces esto es cada fin de semana. Quiera que no, también nos ayuda a tener algo para combatir esta enfermedad”, opinó.

Debido a la continuidad de la pandemia, Morales recordó que los conciertos no pueden ser espectados por la misma cantidad de siempre. Del mismo modo, al contar con un menor público los artistas se ven obligados a subir la tarifa de la entrada para cubrir los gastos del evento.

“Debido a esto -ausencia de vacunación- todavía tenemos restricciones de un aforo limitado a la hora de querer armar un evento. Nos afecta porque tenemos que aumentar el precio de la taquilla para que salga, en cuestión de costos, el evento en general. Tener un aforo limitado también es bastante complicado ya que son menos personas las que tienen oportunidad de ingresar a los toques”, comentó.

Pese a lo anterior, el cantante reconoció que no todo el gremio artístico del país puede considerar a la vacunación como una prioridad. Según él, ello puede deberse a la desinformación en torno a la vacuna y el difícil acceso de algunos artistas para comprobar su profesión.

 

“Sería genial que existiera algún tipo de registro en el que uno se pueda validar como artista. Siento que el gobierno ha tratado de crear este tipo de proyectos como Apoyarte, pero considero que hay muchas fallas dentro de estos porque (…), digamos que a uno le pidan una lista de lugares donde ha tocado, ellos no van a poder poner como tal una lista porque tocan en la calle y en los buses”, expuso.

En ese sentido, planteó como una solución crear un sistema de registro que contemple los diferentes estilos de vida de los artistas guatemaltecos; luego de ello podría ejecutarse una campaña informativa sobre los beneficios de la inmunización para el gremio.

LA VACUNACIÓN PARA EL SECTOR RELIGIOSO

Miguel Mejía, obispo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el Barrio Lo de Fuentes, Mixco, también describió que la falta de vacunación en los habitantes ha impedido la realización de actividades sociales en la iglesia.

Aunque al principio el ritmo de inmunización en la comunidad era tardío, Mejía aseguró que, con la aprobación de más grupos etarios, la vacunación ahora es liderada por la juventud. “El avance aquí fue lento al inicio porque todos tenían miedo de querer hacerlo, pero ahora que ya hay hasta vacunas para los jóvenes pues ya se está moviendo más. Hay más jóvenes dentro de la iglesia y ellos ahorita están dándole el ejemplo a los mayores”, destacó.

El líder observó que algunos de los motivos por los cuales algunas personas aún no se han vacunado incluyen el miedo a infectarse o fallecer como consecuencia de la inyección; y las largas colas en los centros de vacunación que desmotivan a las personas a obtener el inmunizador.

“Vacunarse hace que pronto podamos volver a las actividades que hacíamos diariamente, igual en la iglesia no se les obliga, sino que solo se les insta a que lo puedan hacer y ahora es el momento de ayudar a que la población esté vacunada”, instó Mejía.

LA PERSPECTIVA EN LA METRÓPOLIS

La capital de Guatemala cuenta con una población diversa en actividades y ocupaciones. Aunque el departamento el 74.1% de vecinos con una vacuna y 52.3% con el esquema completo, Juan Orlando Hernández Carrillo detalló que en su caso solo ha podido obtener la primera inyección.

Hernández trabaja en el sector formal, específicamente en una cafetería de la Ciudad de Guatemala y, a su parecer, son necesarios más centros de inmunización para alentar a la población a vacunarse. “Es lo más importante, que puedan poner -más centros- porque no hay muchos. Vivo en zona 2 y solo está parque central, bueno, a mi alcance”, manifestó.

 

Para el citadino, fomentar la vacunación en los habitantes es indispensable, pues “lo importante de vacunarse es tener una defensa contra la enfermedad del COVID”. Evelyn Barillas, vendedora de números de lotería desde hace más de 6 años, opinó de manera similar a Hernández: “sí, es importante porque ayuda a protegernos, a nuestra familia y las demás personas”.

Barillas detalló que la vacunación es importante tanto para la economía informal como el sector privado y recordó que durante el primer año de pandemia muchos locales y comerciantes detuvieron sus actividades para mitigar el contagio del virus.

La vendedora cuenta con el esquema completo de la vacuna Moderna y está esperando refuerzo; no obstante, distinguió que algunos miembros de la economía informal aún están desprotegidos ante el Sars-CoV2.

“(Se necesita) instruirlos, darles una plática de la vacuna porque hay muchas personas que creen que la vacuna mata, tanto en el sector informal como el privado porque me he topado con gente que dice que la vacuna mata y esa es mentira, lo que pasa es que nos ayuda a crear anticuerpos para combatir la enfermedad”, sugirió.

Contrario a Hernández y Barillas, Obed Eliud Díaz, proveedor de productos cárnicos, aún no se ha vacunado contra el coronavirus. Díaz explicó que aún no ha podido acceder a la vacuna por su horario laboral. El ciudadano ha trabajado durante 17 años en su profesión, con ocupaciones desde la mañana hasta la noche.

Pese a lo anterior, el trabajador espera poder vacunarse en algún momento, pues ello aumenta la confianza de los clientes al comprar en los mercados.

“La vacunación ha sido perfectamente porque no se paga ningún centavo”, calificó; “de hecho, la mayoría creo que ya está vacunada, porque aquí al mercado Central vinieron a vacunar. Falta un poco más de horarios porque a veces abren a las 9:00 y cierran a mediodía y hay quienes trabajamos hasta la tarde y ya no nos queda tiempo de irnos a vacunar”, precisó.

 

LAS DIFICULTADES EN EL INTERIOR DE LA REPÚBLICA

Rubén Villeda Erazo es habitante de Concepción las Minas, Chiquimula, y ocasionalmente residente en el departamento de Guatemala. Villeda opinó que el avance en su comunidad va por “casi un 50%”; además, consideró que la población ha sido renuente a la vacuna por la desinformación que circula en torno a ella.

“Lo que pasa es que, como en muchos lugares, hay personas que no creen en esto; hay mucho religioso aquí y ellos creen en un montón de mitos; otros creen en la infertilidad. Para mí es un avance en la medicina porque ahorita se puede notar que gran parte de la población ya está más sana y con menos miedo”, puntualizó.

A su criterio, una forma efectiva de garantizar la vacunación en la comunidad es aplicando restricciones en lugares públicos. “Lo que hace falta es que, por ejemplo, en el Renap, si no lleva su carné de vacunación no puede inscribir un hijo; en una escuela no puede inscribir un hijo; no puede entrar en un lugar público o entrar a la alcaldía a solucionar algo. Eso es presionarlos un poco”, razonó.

A 200 kilómetros de la capital, Shekaina Alvarado, líder juvenil de Alta Verapaz comentó que la vacunación en su comunidad ha sido tardía y segmentada; además observó que no todos los habitantes asisten a los centros en el tiempo correspondiente.

La joven sostuvo que la solución a este problema es la comunicación efectiva y convocar de forma masiva a todos los habitantes. “Creo que necesitamos más información acerca de cada vacuna; informar acerca de los beneficios de la vacuna y abrir la convocatoria a todas las personas. Es muy importante debido a que, si nos vacunamos, reducimos la mortalidad ante esta problemática que nos trae el COVID-19”, remarcó.

Saq Kot Lux es comerciante del mercado La Democracia, en Quetzaltenango. Desde su ocupación, Lux consideró la vacunación como un factor importante, no solo para volver a la normalidad, sino para para proteger a quienes ejercen este tipo de economía. El joven identificó que dos obstáculos para vacunar a los comerciantes de este mercado son el miedo a la vacuna y los prejuicios religiosos.

“Considero lento el avance de la vacunación. En mercado La Democracia porque las personas tienen miedo a las reacciones de la vacuna; también el tema de la religión, muchas personas predican que su religión no la permiten o va en contra de sus creencias”, señaló.

No obstante, la principal dificultad ha sido el tiempo, pues aseguró que muchas personas en el mercado trabajan de día y de noche, algunos los fines de semana y “por el miedo a que en su trabajo los despidan o no sean remunerados, no van a vacunarse”.

 

Por otro lado, en Huehuetenango, Celeste Ixmukané calificó “errónea” la distribución de las vacunas en los municipios, pues estas no tienen cobertura en todas las áreas rurales de Huehuetenango. “Como segundo punto tenemos los rumores, ya que estos se expandieron; y, como tercero, la falta de acceso a la información. En Huehuetenango hay varias personas sin acceso a la red wifi o incluso a un teléfono celular”, contextualizó.

EL MENSAJE FUERA DE LAS FRONTERAS

Desde hace unos años el guatemalteco Mynor Aguirre encontró un hogar en el condado de Fairfax en Virginia, Estados Unidos. Aunque su suelo ya no es el territorio guatemalteco, Aguirre insistió en que la vacunación es beneficiosa tanto para la comunidad migrante como los habitantes de su país natal.

El migrante refirió que en su localidad la mayoría de las personas poseen el esquema completo de inmunización. “Es un porcentaje mínimo el que todavía tiene la primera dosis, pero un 80% en su totalidad está vacunado, los casos han disminuido”, dijo.

Al igual que en Guatemala, Aguirre atribuyó la renuencia a la vacuna a la falta de concienciación y educación sobre la vacuna. “Falta un poco de razonamiento en cuanto a lo que podamos prevenir con la vacuna. Dentro de la comunidad guatemalteca es prioridad la salud, por lo tanto, (hay que) vacunarse para estar protegidos y proteger a los demás”, exhortó.

En Guatemala recientemente se iniciaron las gestiones para aplicar la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19; sin embargo, Aguirre instó desde ahora a sus connacionales a investigar y optar por esta protección. “En el futuro también tener el refuerzo si usted ya tiene las dos vacunas, no importa si es la Moderna Pfizer o Johnson, es importante que usted se informe para estar protegido”, subrayó.

Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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