Desde el año pasado la Junta Directiva del Congreso, presidida por Allan Rodríguez, ha ordenado el cierre de las calles y avenidas cercanas al Palacio Legislativo para evitar la presencia de manifestantes. Foto: La Hora

POR HEDY QUINO
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Desde el año pasado la Junta Directiva del Congreso, presidida por Allan Rodríguez, ha ordenado el cierre de las calles y avenidas cercanas al Palacio Legislativo para evitar la presencia de manifestantes, acción que se cataloga como autoritaria, represiva y opaca, según Edgar Ortíz de la Fundación Libertad y Desarrollo.

En repetidas ocasiones la directiva de Rodríguez ha solicitado el resguardo de los agentes de la Policía Nacional Civil, quienes se despliegan en los alrededores del Congreso, además, ha bloqueado las principales avenidas y calles cercanas a dicho Organismo, para evitar la presencia de ciudadanos que realizan manifestaciones. Esto sucede los días que se tienen programadas las sesiones plenarias, especialmente cuando los diputados discutirán temas relevantes, como lo fue la designación de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad: titular, Dina Ochoa -reelecta- y suplente, Luis Rosales.

“Es el típico modo-operación de la actual Junta Directiva que teme evidentemente algún tipo de manifestación o de protesta. En lugar de tomar acciones más populares, en sentido del beneficio de la población, mantienen su agenda opaca y saben que cualquiera de esas acciones puede detonar en algún tipo de protesta, es parte de la actitud oscura, opaca y poco transparente que mantienen al reaccionar con medidas represivas como esas”, afirmó Ortíz.

Trabajadores del Congreso colocaron bardas perimetrales. Foto La Hora/José Orozco

El consultor de la Fundación explicó, que es entendible y comprensible que deba existir seguridad alrededor del Palacio Legislativo y de los políticos, sin embargo, el nivel de restricciones al bloquear las calles no es una medida de seguridad proporcional, sino es un exceso y abuso, que de alguna forma puede ser ilegal, por la razón de la proporcionalidad, en cuanto a la seguridad del Congreso.

Ante la posibilidad de que el Congreso necesitaría de un estado de excepción para el cierre de calles, Ortíz detalló, que esto no es necesario, puesto que es un tema más de evaluación de riesgos.

“Si existe una amenaza, si hay información de los aparatos de seguridad que habrá violencia en alrededor del Congreso es aceptable que haya cuerpos de seguridad restringiendo el paso, pero si ni siquiera hay amenaza de violencia, es una medida absolutamente autoritaria e injustificada, más allá de que si necesitan un estado de Calamidad o no, pues no es necesariamente el caso”, afirmó el entrevistado.

“Aquí el punto es un poco de qué tan adecuado es el nivel de seguridad que están poniendo para las amenazas que supuestamente existen, no es una medida de seguridad razonable ni proporcional”, concluyó Ortíz.

Elementos de la PNC resguardan los lugares aledaños al Palacio Legislativo. Foto La Hora/José Orozco

SOLICITAN CESE DE MEDIDA

Actualmente hay una petición formal para el cese de esta medida de parte del diputado del bloque Semilla, Alberto Sánchez-Guzmán.

El congresista le ha dicho a Rodríguez, en una misiva, que esa costumbre es una deshonrosa instrucción, que más allá de basarse en criterios de prevención, se funda en un miedo irracional, y que no busca más que coartar el libre derecho de reunión y manifestación de los ciudadanos inconformes con los continuos actos de colusión en el hemiciclo.

“Además de indignante, esta insólita e inadmisible costumbre violenta el derecho de locomoción de innumerables peatones y vehículos, menoscaba la libertad de industria y comercio de decenas de propietarios de establecimientos privados colindantes y lesiona severamente los derechos laborales de cientos de trabajadores, que de forma continua se retrasan al no poder acceder a tiempo a sus destinos, con altísimos costos, pérdidas y consecuencias para miles de personas, incluyendo también a los diputados”, apuntó Sánchez-Guzmán en el oficio.

Por último, el diputado subrayó, que esta situación desacredita más a la desgastada imagen del Congreso. “Antes de menoscabar los derechos de los habitantes debería ocuparse prioritariamente de garantizarlos”, finalizó.

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TRATO DIFERENTE

El cierre de calles no siempre es un recurso que usa la directiva del Congreso para evitar todo tipo de manifestaciones.

Recientemente, un grupo de militares retirados realizó una jornada de protestas y bloqueos, sin embargo, el día que estas personas llegaron al Palacio Legislativo no se observó la misma cantidad de policías resguardando el edificio del Congreso y tampoco se cerraron varias calles, incluso Rodríguez se reunió con uno de los líderes de esta manifestación para recibir sus peticiones, actuar que no ha sucedido en las movilizaciones civiles.

Hedy Quino Tzoc
Periodista profesional, con 12 años de experiencia en medios de comunicación, radio, prensa escrita y digital. Especializada en temas políticos, legislativos y electorales. “En mi vida prevalece Dios, mi familia y la justicia”.
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