La gente protesta durante una manifestación antigubernamental en Santiago, Chile, hoy. FOTO LA HORA/AP

POR REDACCIÓN LA HORA/AP

El presidente chileno Sebastián Piñera envió hoy al Congreso un proyecto para bajar la tarifa de la electricidad, que forma parte de un paquete de medidas con el que busca frenar el estallido social que lleva una semana y que ha dejado al menos 18 muertos, sin embargo, la tensión continuaba ya que ayer se registraron de nuevo incidentes en las calles.

Las protestas alcanzan todo el país en reclamo de mejores condiciones de vida en un movimiento que, hasta ahora, no tiene portavoces. Hoy centenares de personas empezaban a reunirse en las plazas del país.

Mientras que ayer y pese a la vigencia de un estado de sitio, con los militares y la policía antimotines en las calles, la agitación continuó con protestas en la principal plaza de la capital, en que un grupo extendió una bandera chilena gigante en la que inscribieron “#Chiledespertó”.

Nuevos enfrentamientos se sucedieron en una jornada de movilizaciones en todo el país y de una huelga general de dos días convocada por la principal central de trabajadores en respaldo a las protestas, a las que se sumaron mineros de Escondida y de la estatal Codelco, la mayor productora mundial de cobre.

Hace casi una semana, un violento estallido social que siguió a las protestas de estudiantes en rechazo al aumento en la tarifa del subterráneo irrumpió en la capital chilena y dejó a su paso la destrucción de la mayoría de las estaciones del metro, el saqueo e incendio de supermercados y farmacias y se extendió a casi todo el país.

El desorden fue seguido por manifestaciones que, desafiando el estado de emergencia y el toque de queda declarado por el gobierno, integran miles de personas que reclaman subas de sueldos, bajas en los servicios básicos y los medicamentos y mejores pensiones, entre otras exigencias.

En las concentraciones se leen pancartas con leyenda como: “no más abusos”, “nos quieren quitar hasta lo bailaó”, “queremos vivir dignamente”, “Chile despertó” y “no estamos en guerra, estamos unidos”, este último en alusión a la afirmación de Piñera, quien al inicio de la crisis afirmó que Chile está en guerra con violentistas y bandas criminales.

Muchas de las concentraciones que se suceden en todo el país son reprimidas por la policía antimotines con disparos de balines y un profuso uso de gases lacrimógenos.

Un comunicado del Colegio Médico dijo que se han atendido 1.183 personas, diez de ellas riesgo vital, y que por lo menos “45 ciegos en los últimos días”. También se reportó que han operado a 15 pacientes con por estallido ocular.

En las cercanías del vecino puerto de Valparaíso, cerca de un centenar de camioneros se expresaron en favor de las manifestaciones. Algunos portaban letreros de “no más alza de peajes”.

Un comunicado del gobierno dijo que la última jornada disminuyeron de 169 a 126 los “hechos graves” y no se informó de aumento de fallecidos, que llegan a 18.

Piñera aseguró que “la situación de orden público y seguridad ciudadana está mejorando”.

LA PROPUESTA DE PIÑERA

“Sabemos que esta agenda social no resuelve todos los problemas, pero también sabemos que constituye un importante alivio y un importante aporte a resolver esos problemas”, dijo Piñera al anunciar el envío al Parlamento de la iniciativa que congela un alza prevista del 9,2% en la electricidad hasta diciembre de 2020.

Agregó que instruyó a sus ministros para que contacten a los diversos sectores sociales “y escuchar así, en forma fuerte y clara, la voz y el mensaje que nos han trasmitido los chilenos en los últimos días”.

Artículo anteriorEvo Morales se declara ganador en primera vuelta
Artículo siguienteGobierno se reúne para evaluar ejecución presupuestaria